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Análisis

rafael duarte

Pintan Calva la ocasión

Se duplicarán palabras innecesarias que harán del lenguaje un galimatías reliado

La Academia podría presentar una moción a sus miembros para denominar gramática calva a los despropósitos y vacuidades de Carmen Calvo, que ni siquiera es original porque ya lo intentara la Bibiana Aido en tiempos de Zapatero. Aunque la Calvo siga ingeniándoselas para dar frase dignas de memes y de memos. "El cerebro no puede seguir funcionando en masculino". La Real Academia siempre encontró el camino sin asfaltar. Una de las primeras disquisiciones que se debatieron, no quiero pensar en ahora con la Calvo, fue la denominación para llamarla lengua española o castellana. Acordaron llamarla Academia Española y cuando se hablase del diccionario se dijese lengua castellana. Todo esto bajo el runrún de quienes tildaban a la Academia de inútil. Nihil novo sub sole. Cuando el primer tomo estaba en ejecución un sacerdote, el padre Alcázar, aparece con un lote de murcianismos y un zaragozano, José Siesso de Bolea se encarga de aportar las voces aragonesas. Siesso que se sentirá dolido al no verse mencionado como colaborador, dejará de aportar los vocablos regionales. Los académicos enojados con de Bolea votan que hay que buscar tales voces para incluirlas. La obra de un sieso perjudicó a la academia.

Otro desliz académico ocurre que al publicar un suplemento bajo la supervisión de Hurtado de Mendoza. El suplemento sale diciendo que las vocales son cuatro /a, e, o, u/ y hubo de reimprimirse por el olvido inexcusable de la I. Celos, murmuraciones, descalificaciones, nepotismos, debates, conferencias, como la de Curiel en elogio de los andaluces que aspiran la h o Dongo con la irónica objeción de que a berza le convenía la b más que la uve de verde. Como curiosidad de concomitancia temporal el coordinador de esa primera Academia se llamó Gonzalo Machado, y hoy el presidente es Ruiz Machado.

La gramática calva o de la cerebra masculina, según ella, hay que inventarla, con rapidez y malversación del lenguaje. Se duplicarán palabras innecesarias que harán del lenguaje un galimatías relíado en la boca. Ejemplo : Mi yerno y mi yerna cuando existe nuera y me obligarán al nuero.

Bueno, pues a estas alturas baste recordar que el socialista Felipe González fue el artífice de la creación de la Fundación pro la Real Academia. Socialista pero no ciego. Y la Academia de hoy que ve innecesario el lenguaje inclusivo, se puede ver arrinconada, detestada, ¿vejada? Juan Gil Fernández, académico de la Real, cuando intervino en la Real Academia de San Romualdo, afirmó que pretender de un plumazo hacer una lengua nueva e inventada era un error. Pero pongan instituciones cerca de un político y la institución se convertirá en un corral nepótico.

Quintiliano escribió esta máxima: Quien quiere seguir el griego no hablará en latín, pero no será digno de reprehensión. A ver quién se lo explica a ella.

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