La derecha no suma como en Andalucía, pero la izquierda tampoco. Pedro Sánchez reafirma su liderazgo superando ampliamente el resultado de Rubalcaba en 2011. Por la izquierda, tiene difícil componer una mayoría sin pagar peaje a los nacionalistas. Pero también puede arreglarse por el centro con Rivera, con el que suma mayoría absoluta. Esta sería la única vía para que España se libre del 'arbitraje' interesado de partidos que no piensan en el interés general, sino en el provecho de sus territorios. Sánchez gana las elecciones con una señal clara sobre la composición del gobierno que desearían los poderes facticos, las instituciones y cancillerías europeas y una mayoría del país.

Los 66 diputados del Partido Popular son el peor resultado de AP o PP desde hace 30 años, en las elecciones de 1979. Una cifra que deja tiritando el liderazgo de Pablo Casado. Cogió un partido con 137 congresistas y lo ha llevado a la mitad. Se quedó sin sitio durante la campaña, por un lado endureciendo su discurso para paliar la subida de Vox, y tapándose de las tarascadas de Ciudadanos. Ayer fue el gran perdedor de la noche.

Para Albert Rivera el resultado es agridulce. Se equivocó planteando un 'cordón sanitario' al PSOE, producto de una apuesta de marketing, pero le salen los números: tiene una de las llaves del Gobierno. No ha conseguido el 'sorpasso' en la derecha contra el PP, pero se ha acercado gracias al hundimiento popular. Incluso se convierte en el segundo partido de Andalucía. La estrategia le ha salido bien; ni ha perdido voto centrista, ni sale de las elecciones debilitado.

Pablo Iglesias acertó en la táctica de moderación y propuestas en los debates, que ha convencido a sus seguidores. Su resultado tiene luces y sombras. Tiene razones para estar satisfecho, pero también para lamentar que haber perdido la mitad de sus escaños y tener difícil la participación en el gobierno, aunque lo va a intentar con fuerza. Su futuro depende de él; hay que recordar que Irene Montero dijo hace pocos meses que el próximo secretario general de Podemos será mujer y que lo veríamos pronto.

Y Santiago Abascal otro de los ganadores de la noche, pero sus expectativas eran tan grandes que anoche su santa indignación por el triunfo del PSOE mostraba su rabia y decepción.

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