El PSOE y Andalucía

El PSOE debe encontrar un discurso adaptado a las nuevas necesidades de los andaluces, recuperar los símbolos de Andalucía

El 23 de mayo de 1982, se convocaron las primeras elecciones al Parlamento de Andalucía. Han pasado cuarenta años desde que el PSOE barriera en Andalucía, una comunidad que quería tener, por primera vez, los mismos derechos que otros pueblos de España. Los andaluces entendieron que el Partido Socialista, liderado por Rafael Escuredo, era el único partido capaz de sacar a Andalucía del vagón de cola de un país que la había olvidado, marginado, durante la Dictadura. El PSOE obtuvo 66 escaños, unas cifras que no se han vuelto a producir y que, creo, que actualmente será muy difícil de repetir. La victoria fue tan abultada que el segundo partido fue Alianza Popular con 17 escaños, seguida de la UCD con 15. El PSA pagó el acuerdo al que llegó con la UCD y solamente sacó 3 diputados. La derecha española pagó en las urnas las trabas que le pusieron al referéndum andaluz. "Andaluz no te dejes engañar, este no es tu referéndum", era el eslogan con que el Gobierno Central de la UCD y AP querían hacer que los andaluces se quedaran en su casa y se olvidaran de obtener la autonomía por el 151, es decir, en las mismas condiciones que las llamadas históricas. El PSOE seguiría ganando, por mayoría absoluta, las tres siguientes convocatorias. Toda la autonomía estuvo montada sobre la base del Partido Socialista. Felipe González, Alfonso Guerra y De la Borbolla conocían y eran conscientes del problema que acumulaba el sur de Italia, el Mettzogiorno, y querían evitar que el sur de España fuera lo mismo. Los socialistas tenían un marco político que era la movilización de la gente y la presencia del PSOE en todo el territorio. "Un gran partido para un gran pueblo". "El gran partido para los andaluces". El 4 de diciembre del año 78, se firma el Pacto de Antequera que fue absolutamente clave para que Andalucía consiguiera su autonomía. El cuarenta aniversario coincide con unas nuevas elecciones al Parlamento andaluz. Muchas cosas han cambiado en Andalucía desde entonces. La sociedad no es la misma, Andalucía tampoco es la misma, las necesidades de los andaluces no son las mismas y la política tampoco es la misma. Los socialistas que se apoderaron de toda la simbología andaluza, hoy han perdido su identidad. Han dejado que el PP, que no hay que olvidar se opuso a que Andalucía caminara con su autonomía, le quite la bandera. Un andalucismo tranquilo, dice el actual presidente de Andalucía. Veía con asombro, hace unos días en una cadena de TV, un mitin del PP andaluz donde había más banderas, con diferencia, andaluzas que españolas. Eso es inaudito. ¿Cuál es el actual marco político del PSOE?, no se sabe. El PSOE debe encontrar un nuevo discurso adaptado a las nuevas necesidades de los andaluces, recuperar los símbolos de Andalucía. La historia de Andalucía no se puede escribir sin los socialistas, la autonomía que tenemos no se puede entender sin los socialistas y ese cambio que se ha producido en Andalucía es obra de los socialista

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