Tenía ya ganas de escribir sobre esto. Y lo hago completamente convencido de que no soy xenófobo ni clasista. Moros y negros son nuestros hermanos, nuestros paisanos, nuestros iguales. Otra cosa es que hayan nacido en otros lugares y por ende tengan otras costumbres y otras educaciones, religiones o formaciones. ¿Pero quienes creemos que somos los blancos, habitantes como ellos en este planeta llamada Tierra? ¿Es que somos hijos de Dios y ellos del diablo? Yo me llamo Morillo, que quizás venga el apellido de moro pequeño, pero me da igual, aunque otros dicen que Morillo viene de Morón, (cerrillo entre llanuras). Y en cuanto al color, bien que vamos todos a la playa para coger el moreno del verano, así que no estaremos tan contentos con nuestra blancuras. Todo depende de la melanina un pigmento en la piel que se activa más o menos con el Sol.
Dicen y está demostrado que todos salimos de las llanuras o estepas africanas hace mas o menos dos millones de años y que por la evolución de las especies, fue desdoblándose el tronco principal, primero de los humanoides y luego dentro de este tronco, los humanos, que según clima y lugar fuimos teniendo distintas características. Por ejemplo de color….cuanto mas sol mas negros, cuanto menos, mas albinos. Mas al transcurso del tiempo las apetencias se señalan y así, por poner un sencillo ejemplo a un blanco le parece exorbitante una rubia nórdica con ojos azules y desdeñable un negra etíope. Y sin embargo ¿dónde pondríamos una buena morena de ojos negros?
Importante es que nos demos cuenta que, en vez de mirarnos tanto el ombligo, hay que ayudar a los que están más atrasados a prosperar, a educarse mejor, a abandonar teorías y practicas extremistas. Esa es la obligación que Dios nos puso a todos. Y además, según dicen los expertos y es verdad y nada más que verdad, la máxima felicidad que se consigue en la Tierra es la satisfacción de ayudar al que lo necesita. Probarlo amigos míos y veréis el resultado. En vez de relamerte en tus quejas, ayuda, ayuda y ayuda, al cercano y al lejano y te entrará una paz de campeonato.
P/D. Esconde las balas y da el pan. Las primeras las guardas por si acaso, que siempre hay locos y fanáticos. Pero desde luego, la paz y el progreso entre los hombres se consiguen, y así lo demuestra la historia de todos los siglos, con el pan y no con las balas.
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