Análisis

Rafael Garófano

Fundador y primer presidente de la empresa municipal EMASA

Municipalizadores, desde la socialdemocracia

En un artículo de reciente publicación sobre las privatizaciones de los servicios públicos, firmado por el concejal D. Álvaro de la Fuente, se critica con dureza los procesos que en esta línea realizaron los gobiernos del PSOE y del PP, y, en el ámbito local, los realizados por el Ayuntamiento de Cádiz gobernado por el PP. Actuaciones, se dice, que han tenido como consecuencia "la dilapidación de nuestros recursos de futuro, mientras el mercado laboral en el país se hace más y más precario e inestable a golpe de reformas laborales". Consecuentemente, se proclama que el Gobierno municipal de Podemos (e Izquierda Unida) ha parado esa nefasta rueda de privatizaciones y la va a hacer girar en sentido contrario (el de las municipalizaciones y estatalizaciones), primero en la ciudad de Cádiz y después (se supone, cuando alcancen el Gobierno) en el ámbito de la economía nacional.

Personalmente estoy de acuerdo con las cosas que se dicen en ese artículo sobre cómo se han realizado muchos procesos de privatización y el daño que éstos han hecho a la economía pública y a las clases trabajadoras. Pero eso no me lleva, en absoluto, ni a demonizar ni a criticar los procesos de privatización, sino a manifestar que estos procesos deben hacerse correctamente, sin intereses corruptos y cuidando el bien público: buscando prestar los mejores servicios al conjunto de los ciudadanos con el menor gasto de dinero público posible, mirando las correctas condiciones laborales de los trabajadores que los prestan. De no ser así, creo que estaríamos en una posición ideológica sectaria y fracasada, de graves consecuencias económicas y sociales.

Primero se municipaliza la prestación de un servicio. De esta forma, se rescata para la hacienda municipal el beneficio industrial de la empresa que tenía la concesión. Con ese dinero se mejora la retribución a los trabajadores, o se crean nuevos puestos de trabajo (o las dos cosas), y se incrementa la hacienda municipal con la que atender más y mejor a las personas necesitadas. Un esquema básico que se aplicaría con éxito, ampliando cada vez más la escala, hasta alcanzar...

¿Por qué se tiraría el muro de Berlín, con la ilusión que muchos teníamos por una sociedad socialista? ¿Cuándo empezaron a equivocar su "papel histórico" naciones como Rusia o China, con economías estatalizadas y pleno empleo?

Qué suerte haber estado en aquellos tiempos en el seno del PSOE y vivir el giro a la socialdemocracia, si no, hoy podría estar... en Podemos, asaltando la racionalidad creyendo que eran los cielos.

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