Mujer, solo mujer. Mujer de nadie. Persona, hija, madre, esposa, vecina, ciudadana. Mujer.Mujer democrática, responsable, coherente, comprometida, luchadora, activa, resolutiva, compasiva, conciliadora.
Mujer en mi casa, con mi familia, con mis amigos, en mi ciudad. Mujer de nadie. No soy “mujer de Vox”, como no soy mujer de ningún partido político.
“Mujer de”, un término muy arcaico, retrógrado, desfasado, machista y de otros tiempos.Ocupo mi tiempo en lo que quiero y considero mejor: contribuir a la mejora de mi ciudad y de sus habitantes. Dedicando mucho tiempo, esfuerzo y ganas a ello, pues ya son muchos años, gran parte de mi vida, empleando mi tiempo, de manera voluntaria, de una u otra forma, y de lo que me siento muy orgullosa. No he necesitado ser “mujer de” para lograr nada en mi vida, solo trabajo, ganas y mucho esfuerzo. No me han regalado nada, lo he luchado.
Continúo en la lucha, agradeciendo a las personas que me han acompañado en el camino, el haber estado a mi lado. Lograr mejoras en mi Puerto, es mi aliciente y mi motor para seguir al pie del cañón; Ayudar a la ciudadanía que lo solicita, es mi empuje para seguir, sin mirar si es mujer u hombre, español o extranjero, rubio o moreno, alto o bajo, de una ideología o de otra, a todas y todos atiendo por igual, y ayudo por igual en lo que puedo. Libres e iguales, todas y todos, incluidas e incluidos.
A estas alturas de mi vida, y en democracia, no creía necesario tener que explicarles a algunas personas quien soy, que es lo que hago y por qué, cuando a lo largo de mi existencia han estado presentes en muchos de esos momentos, e incluso me han pedido colaboración en las causas que ellas encabezaban, y a las que he acudido, como siempre hago, donde me invitan, incluso de aquellos que hoy me tildan de ser “mujer de”. Señor Clavero, no soy mujer de…. Soy “la Uchi”, la mujer que siempre está cuando se le requiere, sin excluir a nadie, ni por ideología, ni manera de pensar, ni por ninguna razón.
Es muy fácil criticar sin conocer, opinar sin preguntar, y tratar de menospreciar cuando no se tienen argumentos, o se cree que la otra persona piensa diferente; pero qué rápido se cambia de opinión cuando se necesita su apoyo.
Milagros Muñoz Gil, mujer de nadie, y en mi tiempo libre, activista voluntaria por la mejora de mi ciudad, como presidenta de la Flave.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios