Polémica Cinco euros al turismo por entrar en Venecia: una tasa muy alejada de la situación actual en Cádiz

Septiembre y vuelve el cole. O lo que queda de él. El gobierno andaluz de Bonilla y sus muchachos antigüitos lo están triturando. Líos, improvisación, repetición de oposiciones, caótica colocación de efectivos, fracaso de la ocurrencia del Plan Estival de Refuerzo (apenas el 2% de respuesta). Sin embargo, dicen que todo va como la seda. Un misterio.

Al fin y al cabo, menudencias. Lo gordo son los recortes: el curso comienza con 149 unidades menos en la provincia. Cinco de ellas en la capital. El segundo misterio es que todas las aulas suprimidas son públicas. Explica el Gobierno que hay menos niños y que, claro, el número de aulas se establece en función de la demanda. O sea, que se recorta, pero sólo en la pública porque la concertada tiene demanda. Chin pon.

La derecha siempre ha creído que la pobreza no tiene causas, que ocurre porque sí. Pues igual con la enseñanza, la concertada tiene más demanda porque sí, y ya está. Pero no es ningún misterio, actúan según sus principios: rentabilidad, dinero y privatización del servicio público. La financiación de la escuela privada y concertada crece en un 6%. Un dinero entregado a costa de la calidad de la pública, la de todos. Y mientras, la escuela concertada teje su red. No tiene que preocuparse, educa en sus valores, selecciona al profesorado, mantiene su influencia y, cuando puede, ejerce de contrapoder de valores cívicos y progresistas. Ante esto y una escuela pública debilitada, los padres eligen la concertada y el Estado paga la cuenta.

Todo envuelto en el papel de colorines de la libertad de elección; en realidad, libertad de selección con su tufillo clasista. Todo está pensado: el pupitre es el primer círculo del poder, de modo que la educación pública importa poco. Así, el hijo del pobre no podrá competir en igualdad con el del rico.

Pero la voladura de la pública viene de atrás, el PSOE -el Partido que Nunca Estuvo Allí- que gobernó décadas en la Junta, no supo, no quiso o no pudo (o todo a la vez) defender a la pública, pese a sus cantos amorosos. Hoy me entero de que el Ayuntamiento de Chiclana cederá una parcela de 40.000 metros cuadrados para construir un centro privado.

Disfruten lo votado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios