Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

La esquina del Gordo

Merecido descanso

Y aquí sigo, cumpliendo mi promesa de no referirme al mierderío político

Es lo que suele decirse en estas fechas incluso a los que no han dado ni golpe durante todo el año, y no quiero mirar a nadie; o sea, que si un servidor se aplica el dicho no debiera entenderse como un reconocimiento personal sino por la intención de dejar que descansen mis lectores, incluidos los que oficialmente no me leen por -según ellos- mi querencia a llevarles la contraria, pecado horrible ya que solo ellos están en posesión de todas las verdades.

Y aquí sigo, cumpliendo mi promesa de no referirme al mierderío político, a pesar de que todo lo impregna y, sobre todo, después de la última apoteosis en ese hemicirco de payasos. He ganado en tranquilidad -malo porque engorda-, menos mal que existen otros motivos para andar como se anda hoy, mosqueado como los pavos en Navidad.

No se lo querrá creer pero desde que se viene publicando que existen cárteles del aceite, de la leche, ¡de la distribución!, uno, la verdad, ni se atreve a salir de casa no sea que el municipio también esté contaminado de tales tendencias y pongan impuestos por el desgaste de aceras o por la contaminación que, sin querer, propagamos. No doy ideas, pero de momento ya se baraja la posibilidad de tener que pagar un peaje para entrar en las grandes ciudades.

Creo que no es necesario explicar qué es un cártel. El diccionario lo define como "Organización ilegal que se dedica al tráfico de armas o drogas". Y añade: "Convenio o asociación entre empresas comerciales de producción similar para evitar la competencia y controlar la producción, la venta y los precios de determinadas mercancías". Antes a todo esto se le llamaba contubernios, como aquél judeo-masónico que tanto dio que hablar.

No hace falta ser muy listo para deducir que todo lo que llega al humilde ciudadano esté tabulado por estos procedimientos ilegales, canallas, aunque se vistan con nombres rimbombantes como 'mundo financiero', 'poderes fácticos', 'globalización', 'unidad de mercado' o sencillamente 'ideología política'. A partir de ahí todo el monte es orégano. A partir de ahí no existe ni una sola verdad que tenga solvencia, vamos que, aviesamente, no contenga intereses espurios. ¡Vade retro, Satanás! Y que dure, que gracias a esos montajes viven las castas.

Pero, ya digo: merecidas vacaciones aunque añorando las antiguas, sin sentirse acosado por el turismo de alpargata: en casa, fresquito con los postigos abiertos del cierro, tardes pendientes de que pasara el carro de los helados, noches haciendo la digestión de la cena sentado en la puerta de la calle: butaca, botijo, abanico, charla sosegada con los vecinos horizontales (los verticales siempre fueron un coñazo y así está el patio) y sentir la madrugada en la caída de los párpados, en las primeras cabezadas sin poder evitarlas. Tener edad para recordar todo eso es una bendición y una prueba de que los histerismos, lo mismo que todos los ismos, son sentimientos recientes, gracias la insistencia ideológica de anularnos como personas.

Feliz y merecido descanso a todos. ¡Ah!, y a todas.

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