La maraña de los trámites

En el asunto de Valcárcel nos hemos perdido en un bosque frondoso de medias verdades en el que cuesta ver la única realidad y es que la Facultad de Ciencias de la Educación debería ubicarse en el antiguo Hospicio Provincial. Nos estamos perdiendo en un entramado de trámites administrativos que, para unos están ya muy avanzados y para otros aún les queda un trecho. El alcalde pedía el otro día a los periodistas tras su reunión con la presidenta de Diputación, Irene García, que no nos dejáramos engañar por los que dicen que debe llevarse a cabo una modificación del uso en el Plan General de Ordenación Urbana, cuando los primeros que lo habían dicho eran los de que se supone que están en el mismo bando, en este caso la Universidad de Cádiz.

En esta historia está la que aparece como villana en el relato, en este caso la Junta de Andalucía, que parece que va tratando de ganar tiempo en la citada maraña de trámites previos antes de tener que definirse. Hasta ahora lo que ha habido son declaraciones un poco frías, un sí pero no, que no deja contenta a la Universidad de Cádiz, que es la principal interesada en que esto salga adelante, y que sirve para que otros rivales políticos se les tire al cuello y consigan introducirse como polis buenos en este relato de la historia de Valcárcel. El que está jugando mejor ese papel es el alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, que se mueve con gran maestría en estos lodos pese a que también es señalado con el dedo porque le acusan de que los pasos que se debían de dar en el Ayuntamiento también se han prolongado más de la cuenta.

Al final todo se reduce a la pasta. ¿Quién y cómo se va a pagar esta fiesta? La realidad de la vida misma.

El asesor

Uno de los misterios que quedaba tras las pasadas elecciones municipales era el destino que podría tener Fran González, el secretario local de los socialistas. La pérdida del diputado provincial por los malos resultados electorales le hicieron que no pudiera ir a la institución de la plaza de España y, por lo tanto, se quedara sin sueldo. Para colmo, renunció a recoger el acta de concejal en el Ayuntamiento de Cádiz justo en el momento en el que se aprobó la posibilidad de que los portavoces municipales pudieran estar liberados, algo a lo que sí ha accedido Mara Rodríguez, su sucesora al frente del grupo en el Consistorio.

A pesar de que es todavía el secretario local de los socialistas, Fran González se encuentra prácticamente desaparecido de la esfera pública salvo para actos como el de Pedro Sánchez el pasado martes en Cádiz. El Federal ha venido al rescate del hombre que defendió el pedrismo en la capital a costa de enfrentarse al susanismo imperante en la provincia, una decisión arriesgada que le llevó a numerosos enfrentamientos, entre ellos con la jefa provincial de su partido, Irene García. Las ganas que le tenían llevaron incluso a celebrar su derrota en las municipales del pasado 26 de mayo en la sede provincial de San Antonio. Ahora comienza una nueva etapa en el Congreso de los Diputados como asesor técnico del grupo socialista y seguirá como líder de la agrupación local socialista.

En unos meses ha pasado de la primerísima línea de la política a un puesto detrás de las bambalinas a más de 600 kilómetros de su domicilio. Y todo esto con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina.

El pleno

Van cambiando cada cuatro años pero parece que el que va entrando quiere superar al que estaba antes. Aparte del mal lenguaje al que hizo referencia Pablo Durio en su crónica del viernes de la sesión, están los malos modos. La historia no es tras el cambio de gobierno sino que viene desde hace mucho tiempo. La agresividad verbal y el tono dejan mucho que desear. Los concejales deberían hacer examen de conciencia y ahora que se televisan los plenos, deberían ver los vídeos y en vez de jactarse por dar caña al rival político, el efecto que debería tener es el de la vergüenza y el acto de contrición.

Está muy bien que cada uno trate de defender sus posturas de manera firme y hasta con cierta vehemencia, pero son representantes públicos y, como tales, deben de dar ejemplo.