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Análisis

jOSÉ Mª gONZÁLEZ

Alcalde de Cádiz

1 Mayo 2018 La hora de los derechos

Desde hace diez años las manecillas del reloj van al revés, hacia atrás. Y en cada minuto el pueblo perdió derechos, ingresos y seguridad. Este 1 de mayo debemos poner los relojes en hora y hacerlos girar a favor de las clases trabajadoras. Como cantó Paco Ibáñez, "basta de historias y de cuentos". Quienes gobiernan el país, quienes han robado el erario, quienes han intentado destruir lo público, lo común, lo de todas y todos, han engañado y mentido. Dijeron que las penas eran culpa de la crisis, pero se lucraron los de siempre. Dicen que la recuperación económica ha llegado, pero no la sentimos. Una crisis-estafa y una recuperación-estafa.

Desde el Ayuntamiento de Cádiz, con pocos medios y muchas zancadillas, pero con decisión y la participación de las y los de abajo, hemos puesto en pie un proyecto ilusionante, seguramente imperfecto, pero que va en el buen sentido de las agujas del reloj, a favor de la gente. Desde la corporación que presido hemos iniciado una ofensiva por el aumento de los derechos en nuestra administración. Llevamos tres años trabajando, entre otras cosas, en la recuperación de lo público entendiéndolo como derecho fundamental de la ciudadanía de un territorio.

En este sentido, la redacción de pliegos con mejores condiciones laborales para las plantillas (subida de 200 euros para las trabajadoras de limpieza de instalaciones municipales), la regularización de más de 60 trabajadores que se encontraban en una situación de fraude de ley en los organismos autónomos, el proceso de remunicipalización de los servicios de la playa, la transparencia en la convocatoria de subvenciones municipales de todas las delegaciones con la eliminación de la arbitrariedad en la adjudicación de las mismas y la próxima puesta en marcha de nuestro manual de cláusulas sociales y reserva de mercado, son algunos ejemplos de la importancia que le damos desde nuestro ayuntamiento a la consecución de derechos en el ámbito público municipal con el objetivo de que se conviertan en patrimonio simbólico de la ciudad Cádiz y permanezca a lo largo del tiempo como elemento consolidado.

Personalmente me comprometo, junto con el resto de mi equipo y las fuerzas del cambio, a tirar de ese hilo, en la ciudad, en la diputación, en Andalucía y frente al gobierno del Estado. Muchas de las cuestiones pendientes deberemos conquistarlas aquí, pero también arrancarlas en el palacio de San Telmo o en el de la Moncloa.

El 1 de mayo va a ser la fecha de inicio de nuestra movilización por una legislación laboral favorable para la mayoría que sustituya las pasadas y antisociales reformas del PSOE y del PP. El primer paso de un giro en la negociación colectiva para revertir la pérdida salarial y de poder adquisitivo. Un escalón más exigiendo a quienes estrangulan desde el Ministerio de Hacienda los presupuestos locales que dejen de acosarnos porque es necesario el incremento de las remuneraciones de las y los empleados públicos. Un clamor por el incremento por encima de los mil euros del salario mínimo y de la pensión mínima al mes.

El 1 de mayo va a suponer un hito en la lucha por la creación de empleo digno, de calidad y sostenible. Por ello exigimos un aumento de la inversión pública productiva. Es necesaria una reforma fiscal que asegure los ingresos públicos y un incremento del gasto social: enseñanza pública frente a la concertada en manos de entidades privadas de marcado cariz ideológico; sanidad pública frente al negocio de la salud; atención a la dependencia, atención que no puede posponerse.

En nuestra ciudad y en la bahía es preciso consolidar el tejido productivo generador de riqueza y empleo. De ahí la importancia de diseñar un modelo de turismo que permita la recuperación salarial, la creación de nuevos puestos de trabajo y la apertura de actividades pero que a la vez no genere un efecto inflacionista ni suponga un aumento del encarecimiento y especulación con la vivienda. De ahí la importancia de regular el tipo de actividades hosteleras, de restauración y de alquileres y usos de las casas para evitar tanto el encarecimiento de la vida como la expulsión de la población, particularmente la juventud y sectores con menos ingresos, de la ciudad.

Navantia es clave en el tejido productivo y laboral de la bahía y vemos con preocupación que la carga de trabajo existente no se traduce en renovación de las plantillas, cosa por la que vamos a trabajar. Y una advertencia para navegantes, vamos a luchar por el mantenimiento de los puestos de trabajo en Airbus. Si alguien intenta tocarlos, nos tendrá enfrente.

Y termino como empecé con Paco Ibáñez: "a la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que pues vivimos anunciamos algo nuevo".

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