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Análisis

Paco Carrillo

¡Mañana elecciones!

No hay peor disfraz que seguir con la cantinela de izquierda-derecha, que solo sirve para dividir

Yhoy -dicen- Jornada de (o para) la Reflexión, el día más sarcástico de todos los que conforman el calendario tragicómico de los que se viven mientras los cocineros han ido preparando los buñuelos de viento, inagotables en un país como este tan promiscuo de elecciones como de espabilados con la boca abierta; es decir, mañana se va a intentar de nuevo perpetuar el circo donde los trapecistas, los saltimbanquis y los payasos se empeñan, una y otra vez, en faltarle el respeto al público asistente.

Para mañana queda descartado que el futuro inmediato se juegue en un cara o cruz; mañana, eso sí, volverán muchos 'caras' y la misma cruz de siempre que es, no hay ni que dudarlo, que la mayoría no vota para defender ideales (¿?), sino para ir contra los de enfrente, y el resultado será, una vez más, el que se viene viendo: un patio de vecinos mal avenidos con la obsesión de vencer sin tan siquiera convencer a los propios y, menos, si estos ya están persuadidos de poseer la verdad absoluta.

Que a estas alturas siga pareciendo que nadie ha entendido nada y que todo se valore en función del montante de las cuentas corrientes, esa estafa; de que alcanzar el poder es un cheque en blanco, da a entender que todavía no se ha asimilado lo dicho por Ortega y Gasset (perdón si lo traigo a menudo; como comprenderá no voy a citar al filósofo Echenique), bien, pues dijo: "Ser de izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil". ¡Qué blasfemia cuando de todos nos alimentamos de tópicos: que la derecha siempre ha ido explotadora -¿solo la derecha?-, mientras la izquierda… bueno, mire, la izquierda… ¡un respeto! Si a lo largo de la Historia ha ido fracasando y si sigue haciéndolo, no debe culparse a su doctrina sino a sus sumos sacerdotes. Un dato: los partidos de inspiración progresista gobiernan solo en 5 países de la Unión Europea: España, Grecia, Austria, Eslovenia y Chipre, alguna cosilla rara tendrán para que ninguno de ellos sean motores de las economías de los 28 miembros que la forman… ¡Para qué entrar en detalles!

Pero mañana toca votar, ¡arriba famélica legión!, y no hay más cera que la arde. Y no hay peor disfraz que seguir con la cantinela de izquierda-derecha que, demostrado queda, solo ha servido para dividir, para dividir al personal haciéndole creer que existen buenos y malos y, para lo mejor de todo: bailar la yenka.

Insisto: mañana tocará votar otra vez. Lo difícil será adivinar quiénes lo harán con la cabeza y quiénes con el corazón, con cerrilismo o con el deseo de que todo vaya cambiando para bien, para que cicatricen de una vez por todas las envidias y los rencores, para que los revanchistas no tengan hueco en esta sociedad que solo pide un poco de esperanza, que repudia la caridad por decreto y que desprecia la utópica y escasa fe que proporcionan los redentores de pacotilla para poder vivir sin sobresaltos.

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