Análisis

Pedro G. Tuero

Una Isla cambiada

Qué va a ocurrir a partir de ahora cuando la "asusanada" Junta ya ha desaparecido

Porque quisiera aclarar antes que nada a mi fiel lector que ese participio adjetival que figura en el título hubiese sido más correcto para este opinador haber colocado el gerundio "cambiando", ya que el significado de la forma no personal del participio indica algo ya terminado y concluido, mientras que el gerundio nos da a entender, según el llamado aspecto verbal, que ese proceso continúa o aún durará un tiempo para llegar verdaderamente a "estar definitivamente cambiada".

No obstante, diría que con todo esto no me refiero, según leímos hace unas semanas en este querido Diario, a esa información titulada: "El número de mayores de 64 años ha aumentado en España". Un aumento que hace cuatro décadas representaba el 11% de la población mientras que hoy suponen el 19%. Por el contrario, el segmento de edad entre 0 y 14 años ha caído en ese período del 27% al 15%. Algo que ya en todo nuestro entorno y lejanías es evidente ese envejecimiento o "viejismo" imperante y presente. Aunque ese cambio ya se ha producido o se está produciendo y no es lo que pensaba contar. Si no qué va a ocurrir a partir de ahora cuando la "asusanada" Junta ya ha desaparecido y su vicepresidente -un gran chiclanero y querido- ya no está. Por ello, el candidato del pepé a la alcaldía de nuestra hermana Chiclana sentencia que "ahora toca el cambio de rumbo, para que se escuchen las demandas reales de los ciudadanos y se dejen a un lado las ventas de humo y las promesas incumplidas".

Cambios como cuando en las próximas elecciones a la municipalidad gane otro partido que no fuese el de ahora. Sería una Isla ya cambiada, algo que intuyo o barrunto por el bien de todos. De todas las maneras, ya nuestra ciudad ha cambiado, al fallecer desgraciadamente nuestro conciudadano tan significativo y querido como ha sido Manolo Prado. Una Isla ya distinta sin su presencia; aunque espero, mi amigo Manolo, que nos veamos pronto por ahí arriba y descansa en paz hasta que yo llegue, aunque no pretendo interrumpirte.

Aunque, también, quiero que sepa mi inteligente lector, por si no lo sabe, que me considere después de todo esto, como el "relator" (el que cuenta, narra o dice) de mi Isla en este periódico. Una palabra muy fea pero que está desafortunadamente tan de moda. Porque no solamente esta Isla va a cambiar, sino también este horrible país que nos estamos encontrando.

Total, que, por ahora, en esta Isla que tanto queremos, sólo van a quedar si no se cambia en las próximas elecciones: viejos, perros y mujeres; aunque lo de estas últimas sería muy positivo, porque son las que nos mandan, dirigen y conducen. Amén.

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