Hoy Jueves de Pasión el mundo cristiano se prepara para conmemorar en la última semana de la cuaresma la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Independientemente de la intensa actividad litúrgica que se desarrolla dentro de las diversas confesiones cristianas, la imaginería adquiere una importancia sumamente relevante debido a su carácter icónico en países que como España perdura a través de los siglos el hecho inconcuso de la cultura católica.

Esta especialidad del arte de la escultura dedicada a la representación plástica de temas religiosos está muy arraigada en nuestra tierra andaluza, y por ende en El Puerto de Santa María. Un eminente representante de la imaginería porteña la tenemos en José Obando Merino que, entre otras muchas obras talló el Titular de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de la Piedad que procesiona cada Martes Santo por las calles de nuestra ciudad.

De otro estilo fue Ángel Martínez, 'muñequero popular' -que así se les llamaba entonces a los imagineros de figuritas- y que empezó trabajando en el Colegio de San Luis Gonzaga donde vendía esculturitas a los hijos de la burguesía andaluza que estudiaban en ese centro; su producción fue tan amplia que propició que figuritas suyas se extendieran por Andalucía, Extremadura y Sudamérica, fundamentalmente en Argentina.

Y ya más cercano en el tiempo y entre nosotros tenemos a Ángel Pantoja Carrasco, escultor imaginero que cuenta entre sus muchas obras una talla en madera de cedro de La Virgen Dolorosa a tamaño natural para una congregación religiosa de nuestra ciudad; la imagen de San Antón que procesiona por Las Dunas de El Puerto cada 17 de enero o la Virgen del Carmen, imagen de eminente devoción marinera entre otras muchas obras repartidas por medio mundo. Sin ir más lejos en Florencia, en una calle del entorno del Duomo, en una hornacina pública que estaba vacía luce hoy día un altorrelieve de una Madonna de 65 centímetros realizado en mármol de Carrara por las manos de nuestro escultor imaginero porteño.

Ya lo ha dejado dicho el pintor y escultor Antonio López manteniendo que una escultura jamás es la realidad, pero que puede parecerlo. Tomemos nota.