Historias de España

'Una historia de España', de Pérez Reverte, pasó a las obras del 'Hit Parade' de 'Mi privado Idaho'

Adoro las casualidades, algunas de las cuales son tan inverosímiles que cuando las convierto en cuento -vid. La galleta María- la gente me acusa de exceso de imaginación. Me parecen guiños del creador o el demiurgo, pequeños esbozos de ese azar y viceversa que suele regalarnos Felipe Benítez Reyes en sus textos. La última casualidad, un capítulo novísimo de las Vidas paralelas de Plutarco, me ha llegado acometiendo -como es menester en vacaciones- la revisión, reorganización y purga de mi estudio-biblioteca.

Hace unos días vi que un snob cachondo había tematizado su cuarto de baño, concretamente su inodoro, con toda la faramalla dieciochesca de la que le fue posible, convirtiendo su water en un sillón-trono que ríete tú del de la Khalesi. Mi excusado, que se decía antes, es mucho más humilde, como corresponde a mi estrato social, pero siempre está enriquecido con los volúmenes que voy leyendo de sentada en sentada. Normalmente elijo antologías de relatos o de artículos periodísticos para evitar la aparición temprana de hemorroides. Por mi pequeño trono han pasado grandes de mi literatura como Chéjov, Berlin, Gaiman, Rafael Marín o Pérez-Reverte. De éste último les voy a hablar hoy.

En agradecimiento por ser jurado del certamen literario del colegio de las Carmelitas de San Fernando recibí un regalo procedente de la librería García-Bozano. Imagino que se produjo algún tipo de asociación de ideas o adivinación de gustos en la persona que hizo la elección del ejemplar, puesto que me obsequiaron con Una historia de España, un volumen recopilatorio de textos del escritor cartagenero, que inmediatamente se situó en el Hit Parade de las obras asentadas en Mi privado Idaho, quiero decir, en el Territorio Comanche, de mi hogar.

El comienzo del libro presenta una recopilación de glosas y citas sobre "el hecho español" que dejan un mal cuerpo que ni bañándote en aguas gélidas con salmonelosis y, a medida que uno avanza, a poco que ejerza el método comparativo, más pesimista se torna el lector. Pero lo curioso es que haciendo esa limpia de libros (y autores) de la que les hablé antes, apareció un ejemplar de idéntico nombre de uno de los más prestigiosos historiadores: José Luis Corral, que inmediatamente pasó a la cola del trono montielesco.

Dirán: qué casualidad más liviana, la coincidencia de dos títulos de libros de historia, aunque les aclaro que el engarce de estos dos afamados autores amantes de su patria no se limita a este ejemplar. Ambos tienen, además, otros libros de idénticas temáticas y localizaciones: Trafalgar, es el primero de ellos y El Cid, el segundo, si bien es cierto que la novela de frontera que Pérez-Reverte ha pergeñado sale a la venta en septiembre bajo el título de Sidi, que es padre etimológico de "Cid". Si la novela de don Rodrigo Díaz de Vivar de Corral me maravilló, la venidera de AP-R va encaminada directamente a mi mesilla de noche, sin pasar por Marivent.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios