Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Me ha pasado con el himno de España lo que suele ocurrir con la canción del verano: se me ha pegado. De vez en cuando, resuena en mi cabeza de forma involuntaria. Tengo detectado el foco del contagio. Mis hijos-digo yo que sería por el patriotismo futbolero- se pasaron unas semanas cantándolo por la casa. Cantando, no tarareando. Sigo sin entender cómo la letra más extendida en mi infancia, cuando ya resultaba un anacronismo, ha perdurado generación tras generación en los patios escolares para que en 2018 haya niños de 6 años entonando 'Franco, Franco, que tiene el culo blanco…'. Marta Sánchez va a tener que trabajárselo mucho para desbancar este hit.

A mí su letra -la de la cantante-, sinceramente, me parece un horror. Con una rima básica, hablando de un país al que ama pero del que se va, apelando a Dios… Pero como yo no soy mucho de himnos ni banderas, habrá quien piense que no tengo derecho siquiera a una crítica musical. O peor, que no aplaudir la letra de Marta Sánchez es una afrenta a España.

Yo soy y me siento española -y portuense, y andaluza, y europea…-, quizás no como lo sientas tú. Yo no me creo merecedora de privilegios, ni considero que mis raíces estén por encima de otras, ni me duele si alguien critica el país donde nací. Yo también lo hago. No soy una hooligan de España, como si esto fuera un equipo de fútbol, conmigo o contra mí.

Pero porque me sé -y me siento- española, me obligo a reflexionar antes de depositar mi voto, consciente de que estoy decidiendo, junto al resto de compatriotas, cómo queremos convivir. Ansío avances en mi entorno, económicos, sociales, y creo que es una responsabilidad de todos los que aquí vivimos. Me duelen los desfalcos a Hacienda, los índices de precariedad, los desmadres urbanísticos. Odio nuestros horarios de comidas, los laborales y la falta de puntualidad. Me enorgullezco de la solidaridad de mis vecinos, de las redes familiares y de amistad que escasean en otras partes del mundo, me siento anfitriona de los turistas que llenan nuestra casa. Y hasta quiero que ganemos Eurovisión.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios