Ahora que he sobrepasado el medio siglo ando pensando en planificar un poco lo que me queda de vida, que es todo, porque ustedes saben perfectamente que no existe más que el YO-AQUÍ-AHORA, y que cuanta más edad tiene una mujer mayor más REALMENTE joven es su espíritu (el cuerpo, ni les cuento). Repitan conmigo: "soy joven-soy joven-soy joven" y acabarán instalados en una juventud verbal asertiva que les durará hasta que callen para siempre. Es lo que tienen los mantras. Dicho esto, contemplo mis posibilidades. 1) Me pongo un chándal de peluche rosa y me voy de grupi cani-latina de la cantante Rosalía, que tiene un noqueante punto de diseño postlorquiano made-in-Figueres. Más a mano tengo el salón manga de San Felipe Neri. Me compro una diadema con orejitas y a juir. 2) Me voy a Cataluña. Sí, pero ¿a qué? Puedo ir de turista a sojuzgar catalanes a golpe de talonario. O puedo ir un ratito al martirio con una estelada, cuando salga de pilates. O me voy a casa de la prima B., que sufre en silencio su exilio interior. Cualquier día le obligan a llevar en la ropa la marca infamante del toro de Osborne, como si fuera judía. 3) Traspaso el umbral de la Universidad Juan Carlos I con mi melenita "made-in-pe-pé" a ver si entro en las sinergias de los másteres de Castilla-La-Mancha/Madrid. 4) Me voy a Lavapiés a indignarme, porque soy migrante, madre soltera, explotada, analfabeta, pobre, desahuciada y ni por esas. O española migrante, de mi pueblo autonómico, con estudios que no sirven para nada, virgen laboral y en paro, sin subsidio, sin expectativas de reproducirme, y ni por esas. 5) Me hago médica de familia del SAS para vivir el Milagro-Susana: con un salario menguante, contratos que duran un mes y ley de servicios mínimos en huelga, aumento de 500 en 500 los pacientes a los que atiendo cada día bajo mi responsabilidad. 6) Me pongo en una colchoneta cerca del buque Aquarius (algún ministro será accionista de TripAdvisor, supongo). 7) Me quedo en casa para siempre con mis series de Netflix. 8) Me voy a la Uni a hacer como si enseñara mientras los alumnos hacen como que aprenden. Uff.

Vivimos en un mundo yo diría que complejo. Menos mal que a joven nadie me gana.

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