La próxima semana volveremos a celebrar la creación y aprobación de una Constitución que llenó de orgullo al pueblo de Cádiz y al resto de la nación española. Una constitución liberal y adelantada a su tiempo. Festejamos a La Pepa y con ello le hacemos un guiño a nuestra Constitución actual. Este año dedicamos el acto institucional al cambio climático, quizás en el peor momento de nuestra Constitución actual, en el centro de varias polémicas, discutidas por algunos y malamente utilizada por otros. Se viene hablando de la necesidad de reformar nuestra Constitución. Como siempre, hay comentarios para todo.

Yo creo que la política no puede ser inmovilista y por lo tanto las normas por la que se rigen deben gozar de movilidad. Y analizando los movimientos que se están produciendo en nuestro país, la 'italinización' de nuestra política, hace necesario que nuestra Constitución tenga que sufrir algunos retoques.

Fíjense ustedes el culebrón en que se ha convertido nuestra política. Incapaces de ponerse de acuerdo. Incapaces de mirar más allá de las elecciones. Incapaces de tener alguna visión de Estado. Desde que nacieron los nuevos partidos, en la actualidad con los mismos vicios que los viejos, la política española es un auténtico caos. Nacidos para traer nuevas formas, recuperar la ética perdida, luchar contra la corrupción, solamente han traído inestabilidad a la política. No aportan nada. Un partido que duplica en votos al segundo, no puede sentirse impotente para gobernar. Ni puede gobernar el partido que ha quedado en cuarto lugar. Esto es una adulteración de los votos, por muy legal que sea.

¿Quiénes son culpables? Quizás todos, pero unos más que otros. Cuando solamente un partido tiene la posibilidad de gobernar, es lícito que los otros lo dejen. Es así en todos lados. Es en estos momentos cuando se tiene que poner el patriotismo, las banderas, a favor del país. Lo demás es vender cuentos.

Por lo tanto, creo que se tiene que reformar la Constitución para que con una nueva Ley electoral nos pueda dar estabilidad. Lo que servía para antes, no tiene que ser valido ahora. Decía hace unos días Felipe González, en una entrevista, que habría que federalizar la Constitución para que en todos los rincones de España tuviera las mismas oportunidades de educación, de sanidad, de pensiones y más. Y tiene toda la razón. Y estamos volviendo a la apropiación indecorosa de los signos del país. Me refiero al intento de crear, con el apoyo mediático, el grupo Constitucionalista dejando fuera al Partido Socialista.

¿Es posible dejar fuera de la Constitución a los socialistas? De los partidos actuales fue el único que apostó de manera incondicional por el actual texto. El PP a medias. Por consiguiente, creo que es el momento de hacer las reformas necesarias para dar estabilidad al país. Y quizás este año tendríamos que haber traído un constitucionalista que nos hablara de las incertidumbres actuales del Estado español.