Cuenta la leyenda familiar que a mi tío, que le quedaba demasiado grande la vida, tuvo que darle un empujoncito mi abuelo para que encontrara trabajo. Le costó una tarta, la que le regaló al empleador que le dio cobijo en una empresa en la que ya se jubilaría. Cosas de otros tiempos. Hace no tanto y en administraciones 'aún no regeneradas', a un grupo que ahora salta de banquillo en banquillo le dio por intentar conseguir contratos gracias a relojes de diseño, bolsos de marca, trajes a medida... Conviar a una mariscada siempre se ha dicho que es útil si quieres conseguir ciertos favores o ponerte de tu lado al invitado en cuestión. A algunos, pedir un cable para una mudanza les ha costado más caro que contratar a gente. Modos de convencer, pequeños y grandes tejemanejes de otros tiempos que a veces perduran hasta hoy. Como las ofrendas florales a las patronas de los equipos deportivos al inicio de las temporadas para obtener el favor divino.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios