Dice el historiador griego Epaminondas que, tras el partido del Granada, el entrenador del Cádiz hizo unas, para él acertadas declaraciones sobre el árbitro del encuentro. Sin embargo, para las normas de La Liga no lo fueron y, como no se permite que haya críticas a los árbitros, le han abierto expediente a Cervera para analizar si sus palabras son objeto de sanción. Epaminondas piensa que el árbitro cometió dos errores graves: el primero fue no ver un penalti que era de libro; el segundo error fue no querer atender al VAR y revisar la jugada.

Piensa Epaminondas que el nombre de VAR está muy bien elegido, ya que cuando a alguien se le dice al oído "oye, vente al VAR", con esa pronunciación tan poco diferenciable entre las letras "b" y "v", el cuerpo se dispone a hacer caso y acudir al VAR. Sin embargo, si en vez de VAR se llamara "Hacienda", sería más entendible que hubiera muy poca predisposición por parte del árbitro cuando le digan: "vente por Hacienda".

Pero el árbitro del otro día no estaba dispuesto a ir al VAR, ni al bar ni a ningún otro sitio. No aceptar que uno mismo puede estar equivocado, ya supone un gran error.

A Epaminondas le parece bien que haya cierto control en las manifestaciones de quienes tienen algún tipo de ficha en Primera División. Se trata de un ejemplo y un espejo para muchos niños y niñas. Por eso entiende que se analicen las palabras de Cervera, pero no acepta que no haya sanciones para el árbitro por hacer mal su trabajo; y tampoco acepta que si las hay no se conozcan.

La imagen que se da no informando sobre si hay sanción al árbitro es la de impunidad. Fue solo un error del árbitro, de acuerdo, pero Epaminondas dice que si no se sanciona al árbitro, ¿a qué viene sancionar a Cervera?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios