Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

De entre los libros surgen las marcas de propiedad que actualmente consisten en una estampa, un sello o etiqueta que se coloca o bien en el reverso o en la primera página en blanco de cualquier libro indicando el nombre del propietario. Pero no nos engañemos, esa usanza que instauró un faraón egipcio para proteger los papiros de su propiedad, se va viendo mermada con el paso de los años y con la llegada de la lectura en soporte digital, las plataformas de televisión y las distintas reformas educativas que venimos sufriendo desde que la alternancia democrática arribó por estos lares.

Aunque si bien es cierto que 15 años es la edad media a la que los lectores de libros consideran que realmente empezaron su afición por la lectura, la mayoría opina que en el futuro el libro en papel convivirá con el digital. Y si ciertamente es así, bien está, porque a fin de cuentas lo que realmente importa es, leer. Y si además conseguimos que el olor de las páginas de cualquier libro al pasarlas una a una, logra evocarnos el valor emocional de fragancias convertidas en bálsamos para el espíritu, el fin último de la lectura tendrá todo su sentido. Como el sentido que desde hace años le viene dando la Academia de Bellas Artes de nuestra ciudad a la conmemoración del Día Internacional del Libro. En torno al 23 de abril, festividad de San Jorge, se viene organizando desde la Academia una lectura continuada del buque insignia de la literatura española de todos los tiempos.

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha resonará hoy domingo entre los muros del patio de la casa de la Marquesa de la Candia, sede actual de la de Santa Cecilia que comparte, de aquella manera, con una pseudo sección del Museo Municipal. Ya sabemos que El Puerto es especial para casi todo, y si hablamos sobre asuntos relacionados con la cultura la especialidad se eleva a la quinta potencia por incompetencia, válgame la rima. Leer el Quijote es una delicia que está al alcance de cualquiera a poco que se lo proponga. Y si se hace desde un ejemplar que tenga su propio ex libris, el nivel de satisfacción se sublima.

Ya nos decía don Miguel que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Algunos parece que no se han enterado todavía.

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