Análisis

Gloria Cano Révora

Doctora en Historia. Profesora de Música de Educación Secundaria

Estrella la Gitanilla y Mari Pepa la Revoltosa

Ambas piezas se pondrán en escena el sábado en el Festival de Música Española

Un año más, la Coral de la Universidad de Cádiz reaparece en la programación del Gran Teatro Falla este próximo sábado, 16 de noviembre. Nos presenta un doble programa de zarzuela: La Gitanilla, con música de Antonio Reparaz y texto de Francisco García Cuevas; y La Revoltosa de Ruperto Chapí, sobre libreto de José López Silva y del gaditano Carlos Fernández Shaw.

Esta nueva producción continúa en la línea iniciada por la Coral en el otoño de 2017 de acercar al público gaditano el género lírico. Cumple así con una de las funciones que justifican su vinculación a la Universidad: la de recuperar, investigar y difundir determinado repertorio de gran éxito en su momento pero perdido en los archivos y escasamente representado.

Este próximo sábado veremos un doble programa, tipo de producción escénica que tiene antecedentes en la ópera de fines del siglo XIX. Se trata de espectáculos de corta duración en un acto, difíciles de presentar por separado en términos comerciales y que por ello aparecen juntos en cartel.

La primera pieza de este doble programa es La Gitanilla, zarzuela en un acto y en verso, estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el 27 de septiembre de 1861, obra de Antonio Reparaz, gaditano por accidente. De padre militar, Reparaz nació en un barco en las cercanías de Cádiz en 1831, si bien su vida se desarrolló fuera de nuestra ciudad. Siendo aún muy joven fue nombrado director de la orquesta de Santander. Amplió estudios en Roma y trabajó en París, Zaragoza y Madrid. En esta última ciudad estrenó muchas de sus obras. También en Oporto, ciudad en la que ejerció la dirección de la Compañía de Ópera del Real Teatro San Joao, estrenó cuatro óperas. La producción musical de nuestro músico no fue muy extensa; destacan en ella sus composiciones corales, sinfónicas y su aportación a la música de cámara.

La Gitanilla se basa en la novela corta que inicia las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes. El estreno de esta zarzuela se vincula con la decisión de la Real Academia Española de la Lengua en 1861 de fijar anualmente el 23 de abril como día de Miguel de Cervantes, aniversario del fallecimiento del escritor. Ello originó un interés por la obra cervantina en el ámbito musical que no había existido hasta entonces en España. Reparaz alcanzó un enorme éxito con esta zarzuela. Fue alabada en su época especialmente por su orquestación y música ligera, muy apropiada al asunto. Años después nuestro autor se inspira de nuevo en Cervantes en "El Quijote" y estrena en 1866 "Las bodas de Camacho" con libreto de Francisco García Cuevas. En 1871 el Teatro de la Zarzuela abre sus puertas a otra obra de Reparaz también de inspiración cervantina: La venta encantada basada en un texto de Luis García y Adolfo García, seudónimo de Gustavo Adolfo Bécquer, quien reforzó el argumento en los números corales, a su juicio, el fuerte de Reparaz. En La Gitanilla, podremos escuchar arias de estilo operístico y fragmentos corales de una elevada calidad musical, que nos recuerdan al Verdi de Il trovatore.

La Gitanillase representó durante los años siguientes a su estreno; posteriormente, cayó en el olvido. Su recuperación para la escena, más de ciento cincuenta años después de sus últimas funciones representa una iniciativa destacada en el panorama musical español. Volver a poner en las tablas de un teatro la música de un buen compositor es la única forma de dar vida a las notas olvidadas en los archivos.

La vida escénica de La Revoltosa ha sido muy diferente. Su estreno en el Teatro Apolo de Madrid el 25 de noviembre de 1897 tuvo un enorme éxito. Desde entonces, ha sido interpretada en multitud de ocasiones como una de las grandes representantes del género chico, subgénero del sainete lírico en boga entre 1880 y 1910. El género chico surgió en la época de la Restauración ante la crisis de autores y público que padecía el teatro grande en verso. Y es que la ópera y la zarzuela, espectáculos de larga duración, requerían de grandes inversiones para su producción y, consecuentemente, un elevado precio de taquilla. Frente a estas representaciones, habían comenzado a ponerse de moda los cafés-cantante, cafés-concierto… donde se presenciaba un espectáculo corto por el precio de una consumición. De ahí surge el llamado teatro por horas, formado por obras en un acto ofrecidas en serie, de las que el espectador pagaba por ver una.

El contexto social del momento explica también el surgimiento de estas obras. El público, cansado de los grandes melodramas, buscaba más el elemento cómico, el pequeño enredo y la representación de elementos muy populares. Es el caso de La Revoltosa: componente costumbrista madrileño y argumento amoroso, representado por Felipe y Mari Pepa y entretejido con la participación de la sociedad vecinal. La crítica de la época elogió tanto el libreto como la música, destacando en la partitura del maestro Chapí su inspiración, frescura, color, maestría y buen gusto.

Esta función es especialmente entrañable para la Coral de la Universidad. Interpretar en el teatro Falla piezas destacadas del género lírico como La Revoltosa supone un placer; pero reestrenar La Gitanilla nos complace especialmente. Una bisnieta del compositor, María del Carmen Reparaz, nos acompañará en este acontecimiento. Esperemos que disfrute de este estreno en Cádiz, ciudad de su origen familiar, tanto como el público asistente al teatro.

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