En El Puerto abundan últimamente los escombros, ya sea vertidos ilegalmente en bonitos bosques, ya en el cerebro de algunos responsables municipales; técnicos y políticos.

A una empresa que ha demolido un gran edificio en Cádiz no se le ha ocurrido mejor idea que echar los escombros en una parcela del Rancho Linares, uno de los bosques más valiosos de la Bahía de Cádiz que, además, tiene importantes connotaciones históricas. Fue la finca de un indiano, de cuya hacienda todavía perviven las ruinas en mitad de un bosque de acebuches.

Los escombros no deben considerarse residuos, sino recursos a aprovechar; de hecho, en nuestro término municipal hay una planta de reciclaje de escombros. Para ello hay que separar hierros de hormigón y ladrillos, que, una vez triturados, sirven como material de relleno y firme para caminos y carreteras.

Como suele ocurrir casi siempre, quienes deberían realizar labores de vigilancia para hacer cumplir las normas legales, no lo han hecho, y han tenido que ser los ecologistas quienes han detectado y denunciado este vertido ilegal, e investigado su origen.

El Ayuntamiento de El Puerto, conocedor del vertido, no hizo nada por impedirlo, e incluso, lo justificó, asegurando que era una planta de reciclaje. Se puede ser inútil -los responsables del Área de Medio Ambiente han dado sobradas muestras de ello-, cómplices de atentado ecológicos –el currículum de los ídem es infinito-, pero tomarnos por imbéciles, ya se pasan.

Tras este lamentable episodio de negligencia ante una manifiesta ilegalidad se esconde la pretensión de la empresa propietaria de estos terrenos de urbanizarlos, para lo que ha contado siempre con el apoyo el Ayuntamiento. Primero recalificó este bosque para permitir la construcción de más de 1.000 viviendas; ahora hace la vista gorda para deteriorarlo y justificar así su urbanización.

Todo ese proceso se ha llevado a cabo incumpliendo normas y leyes; a lo que ya nos tienen acostumbrados. Misma tramitación ilegal que ha llevado al PGOU a su anulación. Pero parece que al alcalde y al equipo de gobierno estas ilegalidades les tren al pairo.

En El Puerto hemos perdido muchas arboledas. La especulación urbanística arrasó la Costa Oeste. No debemos permitir que sigan destruyendo nuestros últimos bosques.