Lo siento Erika, no tengo ánimo para nada. No me apetece hablar de nada, hoy no.

-Lo entiendo Jaime, no te preocupes, te llamaré en otro momento.

-Te lo agradezco.

-Pues no hables, solo escucha.

-Está bien ¿qué tienes que decirme tan urgente?

-Que voy a viajar a España próximamente. Voy a cubrir para la televisión checa las elecciones en España, empezando por las generales y siguiendo por las locales y sobre todo, desde el punto de vista checo, las europeas.

-Me alegra.

-Solo quería pedirte un favor.

-Dime.

-Aquí, a Praga, solo llegan algunas encuestas. Las que se publican en los periódicos de tirada nacional, pero creo que hay algunas más de empresas que se dedican a la demoscopia, entidades bancarias, grandes empresas, universidades…

-No pretenderás que te las mande todas.

-No, solo aquellas que tú creas más fiables.

-Pues entonces lo tengo fácil: ninguna.

-¿Cómo puedes decir eso? ¿Están todas manipuladas? ¿Cocinadas? Como decís vosotros.

-No, es que para empezar en todas ellas hay alrededor de un cuarenta por ciento que dice que no sabe a quién va a votar. Luego, las muestras son de unos pocos miles de personas y los votantes somos muchos millones, es imposible que en una muestra tan limitada aparezcan reflejadas todas las tendencias.

-Entonces ¿por qué se publican?

-Porque hay personas que se las creen y votan en consecuencia.

-Bueno, mándame lo que creas conveniente. Siento mucho el fallecimiento de tu amigo Eduardo. Un abrazo muy fuerte y ánimo.

-Muchas gracias Erika. Tú lo conociste y sabes el gran amigo que era.

(Continuará)

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