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Análisis

José guerrero 'yuyu'

Doctores tiene la Iglesia

A priori, Tarragona parece un lugar idóneo, pero cuidado que no todo el monte es orégano

En esta temporada estamos asistiendo a un Cádiz "semi guadianesco", porque aunque (a diferencia del río) no acaba de desaparecer del todo, sí que acumula etapas de penumbras en puntuación para luego resurgir encadenando victorias. Y lo curioso no es que el resurgir sea solo en puntuación (porque se podía jugar muy bien y sin suerte) sino en juego. El Cádiz alterna partidos de gran brillantez con otros bastante más modestos. Y el problema de todo esto es que nadie sabe que Cádiz saldrá en cada partido. ¿Quejarnos por ello?. En absoluto. Con esta dinámica llevamos ya tres temporadas y las tres hemos estado peleando por los puestos de ascenso.

Los partidos nunca salen como uno quiere y los rivales también cuentan. De lo mejor que ha dicho Álvaro Cervera en estos tres años es que "ganamos cuando podemos, no cuando queremos". Y en este equipo y en esta división, esto es la Biblia. Así que como las cosas dependen de nosotros pero también de los demás, y en vista del nivel de equipos de la categoría, hacer planes a largo o medio plazo resulta tan ridículo como inútil. Mejor pensar en la filosofía cholista del "partido a partido", pero no porque vayamos de humildes sino porque es lo que hay. No obstante, hay que mirar arriba.

Lo visto sobre el césped en muchos de los partidos en esta temporada así lo conseja. Y nuestro mismo entrenador, tan dado a mantener la cautela en tantas y tantas ocasiones, reconoce abiertamente que lo que ha llegado en el mercado invernal ha subido el nivel de lo que había y el club tiene ahora mismo una muy buena plantilla. Pues mimbres hay y demostrado ha quedado. Solo queda seguir trabajando y esperar que los resultados propios y los de los demás acompañen. Lo malo de todo esto es que es muy complicado estar ahí arriba. Lo bueno es que también lo es para todos los demás.

No hay equipo de los de arriba que no haya pasado por una mala racha. Buena muestra de lo complicado de la categoría es que el Cádiz tiene a tiro un record que se le resiste: encadenar tres victorias seguidas en dos momentos distintos de una misma temporada. A priori, Tarragona parece un lugar idóneo para ello, pero cuidado que no todo el monte es orégano. Advierte Álvaro Cervera del cambio del Nastic en las últimas jornadas y, pese a que la tabla clasificatoria del rival invita al optimismo, el entrenador cadista prevé un partido muy complicado.

De entrada, el míster, al que no discutiré el método porque sería idiota por mi parte, admite abiertamente que el Cádiz no es equipo que tome la iniciativa, sino que se mueve sobre la cancha en base a como se desarrolle el encuentro. Pero a veces, como ocurrió contra el Alcorcón, los resultados sonríen cuando se abandona la idea inicial y se va a por el partido. ¿Se podría exigir un poquito más de ambición en los planteamientos iniciales?. Quizás, pero Cervera conoce mejor que nadie lo que tiene entre manos y los resultados le dan la razón. Confiemos en esas gafas que le han curado la miopía al cadismo.

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