Dieta mediterránea y enfermedades reumáticas

No se debe obviar el aporte de productos como el pescado azul o los frutos secos

Iniciar la dieta mediterránea desde la niñez tiene muchos beneficios para la salud. Estas ventajas se verán en la edad adulta donde las personas que la mantienen desde jóvenes tienen menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades mentales y neurodegenerativas, diabetes y obesidad. Así lo cuenta Laura Cano, enfermera del Hospital Regional Universitario de Málaga, que prosigue afirmando que "además, la dieta mediterránea ayuda a controlar el peso e incrementar la sensación de bienestar físico. Este aspecto es importante para las articulaciones de los pacientes con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas". Las enfermedades reumáticas son muy prevalentes entre la población. En España, afectan a uno de cada cuatro personas mayores de 20 años y continúan siendo grandes desconocidas, según la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Algunas de las más comunes son artritis reumatoide, espondiloartropatías, artritis idiopática juvenil, artrosis, gota, lupus eritematoso o síndrome de Sjögren, entre otras, tal y como recoge la Clínica Universidad de Navarra. Más de la mitad de los niños con estas patologías siguen precisando tratamiento para el control de la actividad de su enfermedad al llegar a la adolescencia y a la edad adulta. La transición es una época muy complicada y para mejorar el conocimiento de estas dolencias, la SER, a través de su Fundación, ha organizado Reumachef, una actividad que tiene como objetivo abordar temas relacionados con el ámbito médico, psicológico y social, haciendo hincapié en la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables. Este año se ha llevado a cabo esta actividad dirigida a jóvenes de entre 14 y 18 años en Málaga y en Madrid, en la que los asistentes, con el delantal puesto, han participado en un taller culinario, al mismo tiempo que resolvieron dudas sobre sus enfermedades.

La Dra. Alina Boteanu, reumatóloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, destaca que "es fundamental que en estas edades conozcan todos los aspectos relacionados con su enfermedad y empiecen a consolidar hábitos de vida saludables que les ayudarán a hacer frente a su afección, ya que el adolescente, en ocasiones, presenta una actitud desafiante con los médicos y con su entorno, no siguiendo las pautas recomendadas y con el consecuente riesgo que estas actitudes tienen para su salud". Por su parte, la enfermera del Hospital Regional de Málaga, destaca la importancia de la dieta mediterránea en un sentido muy amplio. "Previene la obesidad y las enfermedades cardiovasculares y ayuda a reducir los niveles de triglicéridos en sangre y a controlar la presión arterial. El aporte de productos como el pescado azul, los vegetales, los frutos secos, como las nueces o la soja ayuda a reducir las cifras de colesterol LDL y mejora las cifras de HDL".

Finalmente, como recomendación fundamental, Cano concluye que "es necesario tomar dos o tres veces a la semana pescado azul como sardinas, arenques, jureles, melva, boquerones y caballa. Se trata de un consumo sencillo de cumplir y se pueden buscar distintos cocinados y opciones que les gusten más a los jóvenes". Seguro.

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