Verlo para creerlo. En la Galería GH 40, la galería de un benefactor de San Fernando, el Dr. Lobato, médico y pintor, se abrió hace días una exposición de Daniela, Daniela Martínez López. Nueve años tiene, creo. Un portento de creatividad, de ingenio, de técnica, de maravilla. De casta le viene al galgo. Su bisabuelo era un orfebre de los que no hay, extraordinario. Su padre, un pintor magnífico. Escuché decir en la exposición que venía con los genes mejorados. Es estupenda la atribución a la genética de estas características que, ciertamente, son misterio puro. ¿Hay un ADN para la poesía, otro para la pintura, otro para la escultura, la música, el canto, el baile, la simpatía…? Siempre recuerdo lo que aprendí en el bachillerato del Estrada Arnáiz: Si caen rayos, es que Júpiter los manda. Magnífico, la función y el órgano de nuevo. En clave teológica. Un dios para cada cosa -el amor, la guerra, el mar, el viento- y otro dios padre de todos los dioses. Hasta que llegó el Dios único, el Dios de un pueblo elegido. Pero no voy teologías sino de asombro, de sorpresa, de maravillas. Que es el resumen del significado de la exposición de Daniela en la GH 40, que no debes perdértela. A La Isla la Providencia ha enviado de nuevo a un genio, esta niña a la que podemos ver dibujando en un vídeo y, sobre todo, contemplar la obra que se expone. Me lo creo, completamente me lo creo, que todo es de ella, además de distintas épocas. Digo que la infantilización de su arte, lo que sería propio, se abre a la velocidad de la luz, construyendo un mundo que va de la abstracción al figurativismo. Con el paisaje, la copia de lo pintado, como una infanta velazqueña, el río Iro… Hay un universo de trazos, una solución sorprendente de fondos que dan a lo pintado una excepcionalidad. Fui un poco sin saber lo que me iba a encontrar allí. Lo que hallé fue otro genio para el firmamento de la ciudad: Daniela Martínez López. Dentro de poco irá sola, completamente sola, al encuentro con lo que tiene por dentro de los ojos, esa luz única, esa riqueza. No es frecuente tan extensa colección en una galería que tiene la calidad por divisa, donde no todo el mundo puede exponer porque los estándares de calidad son considerables, la galería del gran Juan Antonio Lobato, un pintor único también de esta ciudad bendecida por los dioses del Arte, de las Artes, la Isla de las Musas, la ciudad de Daniela Martínez. Te estoy invitando a ir a verla y que me digas que no es verdad, que soy un exagerado y un ignorante. Yo sé decirlo, creo. Y por eso te digo que no debes dejar pasar esta exposición única, este prodigio de una niña increíble. De Daniela.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios