Balsa de aceite

Se acaba un año en el que el Ayuntamiento de Cádiz ha pasado a ser una balsa de aceite frío tras el hervor que había en el anterior mandato. Los resultados electorales de mayo que dieron más poder a José María González ‘Kichi’ y a su equipo de Gobierno y debilitó la oposición han servido para que haya un giro radical en el ambiente municipal. El equipo de Gobierno está sacando la mayoría de los temas adelante sin que el paso por los plenos sea un problema como ocurría antes.

Los tres portavoces municipales de los partidos de la oposición en el anterior mandato han desaparecido del arco plenario, en este caso, Ignacio Romaní (Partido Popular), Fran González (PSOE) y Juan Manuel Pérez Dorao (Ciudadanos). La famosa expresión “palos en las ruedas” a la gestión que popularizó el equipo de gobierno iba dirigida a los tres. En muchos casos los acusaron de hacerles una pinza. Lo único cierto es que unas veces porque las cosas no venían bien planteadas y en otras por pura estrategia política hizo que muchas cosas se echaran para atrás.

Eso sirvió también como excusa a Kichi y compañía para argumentar el que muchas cosas no salieran adelante. Ahora el escenario ha cambiado de manera radical.

El PP ha cambiado su postura y está en un perfil combativo más bajo. Antes mordía a todas, ahora lo hace con Juancho Ortiz sólo cuando considera que es necesario. La dureza en el Partido Popular está viniendo por parte de la Junta.

El PSOE, aunque en teoría sigue siendo el partido que podría asegurar la mayoría de las propuestas del equipo de Gobierno, ya no tiene el protagonismo que adquirió en el pasado mandato. La sucesora de Fran González, Mara Rodríguez, ha pasado por buscar un papel más amable y menos combativo.

En Ciudadanos, mermado en número por la salida de Domingo Villero, tiene a sus dos ediles, Lucrecia Valverde y Carmen Fidalgo,  apuntando buenas maneras pero todavía con la L puesta en la espalda.

Por último, el citado Villero, sí que es el que se está convirtiendo en llave, el único momento que le permite tener un poco de protagonismo.

Cádiz 2000

La última polémica ha sido la del servicio de las ambulancias en las playas. Cabe recordar, tal y como anunció este medio, que durante casi todo el verano nunca se prestó el servicio como estaba estipulado en el contrato y que el Ayuntamiento de Cádiz no había tenido constancia del hecho hasta después del verano.

Este tema se vio en el consejo de administración de Cádiz 2000, la empresa pública donde se han incluido todos los servicios remunicipalizados, que hasta ahora todos están relacionados con las playas. Se da la paradoja de que el responsable político de las playas es David Navarro, pero el que reza como presidente del consejo de administración de esta sociedad es Demetrio Quirós, considerado como el actual hombre fuerte del equipo de Gobierno.

Navarro, pese a que ostenta la concejalía de Medio Ambiente, en la que están incluidas las playas, ni siquiera está en ese consejo de administración, ya que los otros miembros de Adelante Cádiz son José Antonio García, Eva María Acedo y Sara Álvarez.

De este modo, pese a que allí están metidos los trabajadores de limpieza de playas, los de socorrismo o los módulos, Navarro no tiene presencia, un edil que ha perdido gran parte de protagonismo en este mandato tras ser uno de los pesos pesados en el anterior y donde le tocó lidiar en muchos frentes. En ello ha podido tener mucho que ver el pulso que perdió de cara a la confección de las listas electorales.

Si antes estaba sobrecargado de responsabilidades y centralizaba una buena parte de la gestión del equipo de gobierno, ahora puede estar desaprovechado. En el término medio puede estar la virtud.