Crónica de San Juan de Dios

Melchor Mateo

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La mochila en la espalda de Villero

El candidato de Ciudadanos tendrá que luchar contra todo el ruido que se ha generado en la sucesión

Domingo Villero, en su despacho del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales.

Domingo Villero, en su despacho del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales. / Joaquín Pino

El capote

Domingo Villero ha sido el candidato más anunciado sin todavía serlo oficialmente. Su nombre salió a la palestra cuando todavía no se le había dicho a Pérez Dorao que el candidato para las elecciones municipales iba a ser otro. Eso metía a este ingeniero en un lío de enormes proporciones que le hacía negar la mayor utilizando el término “descartado” a todo el que lo llamaba, incluido al que era entonces portavoz de Ciudadanos. Sin embargo, la rotundidad que se podía encontrar en el rector Eduardo González Mazo, no estaba en Domingo Villero, que se veía obligado a utilizar el capote antes de empezar su carrera política.

Una vez que Ciudadanos ha hecho oficial la noticia de que se va a convertir en el candidato de la formación naranja a la Alcaldía, él asegura que hasta el mismo viernes no supo que iba a ser el candidato. Una excusa sacada con fórceps después de que quedaran evidencias de que iba a ser el candidato.

El incendio creado por su propio partido todavía no está apagado del todo y al candidato le va a costar mucho quitarse de encima todo lo que ha ocurrido cuando el problema no lo ha creado él, pero a partir de ahora es el que le pone cara a la formación naranja en Cádiz. Cargará una mochila llena de piedras que no podrá quitarse en un tiempo.

Uno de los retos que tiene Villero por delante es que además de que se conozca su proyecto para la ciudad, es que su figura sea capaz de salir por encima de todo el ruido que se ha generado. Ahora mismo parece complicado y, lo peor, es que le queda muy poco tiempo para revertir la situación.

Y lo que se puede encontrar en este candidato es un hombre que siempre ha sido un atrevido, que no ha tenido dudas en aceptar retos, muy agradable en el trato. En su contra, que tiene que hacer un máster político en muy pocos días. El comportamiento de la marca va a ser fundamental y ahora mismo Ciudadanos no está en su mejor momento.

Nuevo proyecto

Y si uno es ungido como candidato, el ángel caído, léase Juan Manuel Pérez Dorao, y su grupo han empezado a reunirse ante la posibilidad de formar una agrupación de electores para poder presentarse a las municipales.

Entre este grupo de personas que ha abandonado Ciudadanos por cómo se ha tratado a Juan Manuel Pérez Dorao y a María Fernández-Trujillo hay quien piensa que el trabajo que han realizado en la oposición es un buen bagaje para poder montar un proyecto político. Sería una manera de hacer el camino inverso y remontarse a hace cuatro años cuando también valoraban presentar una candidatura independiente hasta que fueron fichados por Cs.

Pérez Dorao ha quedado como una especie de mártir, el hombre sacrificado y al que no se le ha valorado su trabajo. Digamos que durante estas semanas ha estado en la cresta de la ola. Sin embargo, una cosa es que la gente te dé palmadas en la espalda, te reconozca el trabajo y se solidarice con tu sufrimiento y otra es que eso finalmente derive en un voto. A eso se le suman otras dificultades como montar una lista con gente que esté dispuesta a dar su nombre a un proyecto político y la financiación de la campaña.

Matadero

El caso Matadero, que parecía que vivía los últimos estertores, ha sufrido una última pirueta. Tras salir unos y otros libres de toda culpa, las que eran concejalas del equipo de gobierno del Partido Popular por no haber favorecido a personas para que consiguieran una vivienda en la promoción de Matadero, y los ediles del actual, como Martín Vila y Eva Tubío, y trabajadoras de servicios sociales porque no había habido ni denuncia falsa, ni injuria ni calumnia ni nada parecido. Esto último ha vuelto a ratificarse en el recurso que presentaron las ediles del PP en la Audiencia Provincial pero ha habido algo que sí ha cambiado, tanto que este giro ha pasado a afectar a la persona que había sido el aldabonazo para que se iniciara este caso. Pilar Tubío, entonces jefa de la unidad de trabajadores sociales, ha pasado de denunciante a investigada.

Según la sentencia de la Audiencia, ha podido cometer un delito de prevaricación al haber sido ella la que cambió los datos de una de las personas de la lista al eliminar el dato del dinero que cobraba y que, por lo tanto, había recibido una valoración negativa por parte de la primera trabajadora social que lo estudió. De este modo, pasó de ser rechazada a tener una vivienda en Matadero, tal y como se explica en el fallo judicial. Ahora la justicia tendrá que dictaminar si es responsable o no.

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