En diciembre pasado, el ayuntamiento aprobó la supresión del Patronato y a renglón seguido, por culpa de la Covid-19, la supresión del Carnaval de ese año. Y a los nueve meses se da a luz la configuración del Carnaval 2022 (Concurso y Carnaval en sí).

Ya empezamos

Las novedades carnavalescas no se presentan a la opinión pública para conocimiento y debate, no, sino que se presentan hechas y terminadas ante un grupito reducido de autores y directores, (que no representan a los ciudadanos) y en plan de “esto es lo que hay”.

Como ha habido mosqueo con las medidas, el alcalde se tira sin paracaídas y con un cierto tic autoritario advierte que la fecha es inamovible. Si esto no es un “trágala” que venga dios (Momo) y lo vea. Ya dijimos en otro artículo en estas mismas páginas que la supresión del Patronato a cara de perro significaba sustituir la participación democrática por una comisión autocrática. Parece que el tiempo nos da la razón. Pues, nada, esto es lo que hay. La fecha es inamovible

O sea que, en cuanto a participación ciudadana cero patatero.

Novedades

Veamos las novedades. Tenemos en abril la Semana Santa y tenemos, desde abril, el Concurso. Tenemos la celebración del Corpus en junio el mismo día que el Domingo de Piñata. Tenemos el Carnaval callejero y el infantil en Junio. Tenemos los exámenes de Junio que afectan a niños y a jóvenes. Todos estos elementos coinciden o se superponen con algunas fechas, singularmente la Final del Concurso que, para más inri, son dos sesiones finales (también en junio). Amén de las fiestas gastronómicas previas al Concurso y la necesidad de ensayos de cargaores y de carnavaleros, el pregón del pregonero y un largo etcétera. Pues, por encima de todo la fecha es inamovible. Esto es lo que hay.

El Corpus de Piñata

La surrealista mezcla que se produciría al hacer coincidir el Domingo de Piñata con la procesión del Corpus, o bien se debe a un ataque viral al sentido común, o se ha perdido la chaveta en San Juan de Dios. Esto sería el Corpus Kichi.

Pero en un alarde de prepotencia nuestro ignaro Ayuntamiento, hale hop, en perfecto totum revolutum mezcla churras con merinas y sale el churro de programación que han presentado con el suspense de las no debatidas, por ignotas, Bases del Concurso y una programación, en la que está trabajando la concejalía de Fiestas, que debe ser que no ha tenido tiempo desde diciembre pasado, y que va a ser la leche en bote, porque nuestro Carnaval no tiene parangón, Cazalilla dixit. O sea que es de coco y huevo.

Desde luego que no tiene parangón. Al Concurso se le debería dar una oportunidad de volver a sus fechas tradicionales, ¡ojo! siempre y cuando la pandemia dé un respiro. Además, respecto al contagio, el Concurso es mucho más seguro y controlable que el carnaval callejero. Ahora que el aforo de los eventos sube al máximo, el 100% habría que ser flexibles y estudiar las posibilidades de las fechas de siempre y apostar por el bien hacer de los gaditanos. Y si no es posible tener prevista una alternativa. Pero no esta del Corpus de Piñata. Esto no es una alternativa. Pero con que la fecha es inamovible hemos topado amigo Sancho, que diría un Don Quijote carnavalesco. Esto es lo que hay.

Cádiz no tiene parangón

Por si fuera poco, Cádiz pierde protagonismo. En Córdoba, Huelva y Málaga ya han decretado que las fechas del Carnaval serán las tradicionales, o sea febrero, antes que en Cádiz, y me malicio que con Canal Sur TV por delante.

Lo de Cádiz no tiene parangón, es cierto. Desde luego. La manera de liar y reliar, de poner las cosas difíciles no tiene parangón. Pero si los ciudadanos quieren las fechas tradicionales hay que procurarlas, o bien debatir y convencer su imposibilidad. No es de recibo presentar ante unos pocos, y ya terminadas, una tabla de fechas y esto es lo que hay. Va en el sueldo de alcalde y concejales hacer bien este trabajo. Cada acontecimiento tiene su tempo y su protagonismo ciudadano. El del Carnaval, tan relacionado temporalmente con la Cuaresma, es casi siempre febrero y el de la Semana Santa, abril este año, y el del Corpus, en junio. No conviene que unos acontecimientos invadan el límite temporal de otros y se resten mutuamente protagonismo Y esta debería ser premisa organizativa.

Fecha inamovible

Cuando el Carnaval estaba tan prohibido que ni siquiera se llamaba así, la fecha inamovible durante diez años, del Carnaval en mayo volvió a febrero por decisión del propio ayuntamiento en noviembre de 1976, antes de la democracia. Todo un ejemplo a seguir y a olvidar el Corpus Kichi. Que aún se está a tiempo.

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