La bola de cristal en la que mirar el futuro parece más bien una de esas bolas de billar que lanzan una respuesta al agitarla. Sólo que las respuestas van con forma de letra, letras rellenas de números. ¿Cómo será esta crisis? En economía, dieron por etiquetar las recesiones con letras. La más tolerable era la de forma de V: un castañazo inmenso del que te recuperas rápidamente; luego está la de U, con una capacidad de reacción algo más lenta; la montaña rusa de la W o, incluso, la L: húndete en el infierno para no salir jamás, lo que le ha ocurrido a la productividad real y a los salarios tras la última crisis. Luego está la famosa raíz cuadrada de Soros: caes, te levantas un poco y te mantienes en una situación que puede considerarse de estancamiento. Para algunos, esa es la representación gráfica de los últimos años. Así que parece que ahora vamos a seguir el desarrollo natural de esa raíz cuadrada: hacia abajo, desde lo bajo.