El Puerto Accidente de tráfico: vuelca un camión que transportaba placas solares

He recibido estos días un mensaje de un amigo alemán. Amigo mío y de España. El contenido de su carta me ha inquietado. Dice que no logra entender cómo es posible que con la magnitud de los problemas que está viviendo nuestra sociedad, los políticos españoles sean incapaces de pasar del insulto a la colaboración. Entre otros temas, me recuerda que España está liderando a nivel mundial el número de muertos por millón de habitantes: 635, frente a 611 en el Reino Unido, 600 en Estados Unidos y 117 como media mundial.

Mi amigo, que ha admirado siempre la Transición y lo que España fue capaz de hacer para pasar de la dictadura a la democracia, no puede entender que en estos graves momentos los políticos se porten como se portan y el pueblo español se lo consienta.

Su carta, como les decía, me ha inquietado porque coincido con las perplejidades de mi amigo, y, sobre todo, porque me siento incapaz de dar una respuesta a su inquietud. Una respuesta que le ayude a entender lo que nos está pasando, y que le dé, y me dé también a mí, esperanza.

Me dan ganas de citar a mi amigo las supuestas palabras de su compatriota Bismarck: "Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido". Cierto: fuerte debe ser España cuando resiste todo lo que los españoles hemos hecho y seguimos haciendo contra ella.

A mi amigo y a quienes piensan como él se me ocurre decirles que esa España fuerte sigue existiendo, y que, de un modo u otro, también ahora saldrá adelante. Les diré que sigo creyendo en España y en los españoles, y en que somos capaces de entendernos y de hacer juntos algo bueno.

El espectáculo de estos días en los que millones de estudiantes, con sus docentes y familias comienzan con ilusión un nuevo curso, reafirma en mí esa esperanza. "El futuro del mundo está en el aliento de los niños que van a la escuela", se lee en el Talmud judío. También el de España. Así sea.

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