Parece que la política se mueve. Los cambios que están sucediendo por los distintos países europeos están dibujando un nuevo mapa político, algunos muy peligrosos, pero que perfilan un nuevo pensamiento de los pueblos con respecto a la política seguida hasta ahora. El rechazo que generan los partidos tradicionales, debido principalmente a la falta de soluciones a la crisis, están llevando al poder a distintas fuerzas populistas. Yo creo personalmente que el problema radica en la crisis de los partidos tradicionales, estancados en una política antigua, que ya no conecta con los ciudadanos.

¿Es la política otra víctima de la crisis? Probablemente, sobre todo por la escasez de soluciones y la tragedia que ha provocado sus resultados. ¿Se puede seguir gobernando de la misma manera que antes de la crisis? Pues probablemente no. Y este cambio tiene que llegar a la política municipal. La llegada de Manuel Vals a Barcelona, con su Plataforma Ciudadana Transversal titulada Barcelona, Ciudad Europea, es probablemente una prueba de lo que puede estar por llegar a la política municipal. Un francés en Barcelona. Parece raro y traerá muchas críticas. Pero como ha dicho Vidal-Folch, igualmente hay una isleña gobernando en París y es normal. Y como he dicho antes, esto puede crear, puede provocar, una nueva forma de gobernar los municipios. Miren ustedes, todo está cambiando en la política. Nuevas coaliciones, nuevas formas, nuevos partidos, todos buscando algo distinto. Mejor o peor. Cada uno opina. Pero lo verdaderamente importante es que estos cambios se han producido porque los ciudadanos están hartos de la política tradicional. Y estos cambios tienen que llegar a los municipios.

Quizás, donde menos cambios se ha producido es en lo local. Dicen que es la política mas cercana a los ciudadanos. En teoría, sí. En la práctica, tengo mis dudas. La política municipal padece un amuermamiento patológico. Se sigue gobernando apoyándose en las mismas herramientas que les ofreció la Transición. No ha evolucionado o lo han hecho muy poco. Desde apoyarse o endeudarse con los mismos colectivos de siempre, hasta profundizar solamente en lo local. Y hoy no basta con esto. La política local tiene que traspasar las fronteras. Abrirse al resto, comprometerse con el resto. Tener miras de progresar hacia lo exterior. Un ejemplo lo tenemos con el denostado tranvía. La idea fue generar un circuito rápido de comunicación que beneficiara la economía entre los pueblos de la Bahía y sus cercanías. Otra cosa es lo mal que se ha hecho. Pero es una forma global de hacer la política local.

Hoy no se puede hacer política de empleo sin contar con los mercados externos. Tampoco se puede intentar crear un circuito turístico sin contar con las herramientas que dispone el resto de la provincia. Incluso de mas allá. Cuando se habla del progreso del Puerto de Cádiz, ¿se puede hacer solo para la capital? ¿tiene o debería incluirse también a la Bahía? El aeropuerto de Jerez, ¿beneficia solo a Jerez? Hoy la política tiene que estar interconectada. Y mientras los partidos locales no lo entiendan, los municipios continuaran estancados en el tiempo.