Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Análisis

Redacción Tacho Rufino

Caixabank gana 726 millones y refuerza su posición de capital y liquidezBBVA reduce sus pérdidas tras un beneficio de 1.141 millones entre julio y septiembreGalgos y podencos del virus

El resultado se reduce un 42,5% hasta septiembre tras unas provisiones extraordinarias de 1.161 millonesIncrementa sus recursos, contiene la morosidad y reduce los gastosSu resultado mejora por encima de las previsiones pese a perder 15 millones por el deterioro del fondo de comercio en EEUUEl banco insiste en que está abierto a fusiones, pero sólo las acometerá si añaden valorl La dicotomía que se nos presenta entre salud y economía es falaz; sin vacuna no habrá atisbo alguno de prosperidadSalvar la situación sanitaria es la llave de toda economía; no hay otra opción posible

El Grupo Caixabank, presidido por Jordi Gual y dirigido por Gonzalo Gortázar, obtuvo en los nueve primeros meses del año un beneficio atribuido de 726 millones de euros, un 42,6% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, después de realizar, durante estos nueve primeros meses, una provisión extraordinaria de 1.161 millones de euros y anticiparse así a impactos futuros por los efectos económicos del Covid-19. Esta provisión se ha mantenido prácticamente estable en el tercer trimestre (1.155 millones de euros a cierre de junio). En la evolución interanual también incide el registro de 109 millones asociados a prejubilaciones en el primer trimestre de 2020. Asimismo, los resultados de 2019 estuvieron marcados por el impacto del acuerdo laboral (978 millones de euros).

Estos resultados no incluyen el registro de la plusvalía por la venta del 29% de Comercia que asciende a 420 millones de euros al haberse formalizado al principio del cuarto trimestre de 2020.

A pesar de la dificultad asociada al contexto económico actual, los ingresos core se mantienen prácticamente estables en el año y se sitúan en los 6.158 millones de euros (-0,7%),

El margen de intereses asciende a 3.647 millones, un 2% menos respecto al mismo periodo de 2019, básicamente por el descenso de los ingresos de los préstamos por una disminución del tipo de interés aplicado. Esto ha sido parcialmente compensado por un incremento del volumen.

Los gastos de administración y amortización recurrentes se reducen un 3,1% tras la gestión de la base de costes. Los gastos de personal decrecen un 4,6%, materializando ahorros asociados al acuerdo laboral de 2019 y las prejubilaciones de 2020, que compensan, entre otros, el incremento vegetativo. Los gastos generales también disminuyen un 1,7% en el año.

El volumen de negocio (créditos sumados a los recursos) de los primeros nueve meses del año asciende a los 646.299 millones de euros, la cifra más alta desde la creación de Caixabank. El crédito a la clientela bruto alcanza los 241.877 millones de euros con un crecimiento del 6,4% en el año, como consecuencia esencialmente del aumento del crédito a empresas (+17,6%).

Los recursos de clientes ascienden a 404.422 millones de euros a 30 de septiembre de 2020 (+5,2% en el año y +0,9% en el trimestre), impulsados por el fuerte crecimiento de los depósitos a la vista (+12,6% y +2,0% en el año y en el trimestre, respectivamente), en un contexto en el que las familias y las empresas han gestionado sus necesidades de liquidez.

Los activos bajo gestión, que alcanzan los 100.828 millones de euros, se reducen en el año, esencialmente, por la evolución negativa de los mercados en el primer trimestre con recuperación parcial en los meses posteriores. El crecimiento trimestral del 2,3% es resultado del comportamiento positivo del mercado, así como de las suscripciones netas positivas en el año y en el trimestre. Respecto a la gestión del capital, la ratio Common Equity Tier 1 (CET1) alcanza el 12,7% proforma considerando la venta parcial de Comercia (12,5% sin considerarla).

Caixabank ha registrado a cierre de septiembre 7,07 millones de clientes digitales, el dato más alto de la historia de la entidad y la mayor base de clientes digitales de un banco en España. El crecimiento de clientes digitales está impulsado por el fuerte aumento del canal móvil, que cerró septiembre con 6,28 millones de usuarios de las aplicaciones de Caixabank, un 13,7% por encima del dato de septiembre de 2019.

Los activos líquidos totales se sitúan en 110.729 millones de euros -la cifra más alta alcanzada por la entidad-, con un crecimiento de 21.302 millones de euros en el año debido principalmente a la generación y aportación de colaterales a la póliza del Banco Central Europeo.

La ratio de morosidad se reduce en el año hasta el 3,5% (-10 puntos básicos) y la ratio de cobertura se incrementa hasta el 65% (+10 puntos porcentuales en el año tras reforzar las provisiones). El coste del riesgo 12 meses se sitúa en el 0,67%.

Hasta el 30 de septiembre, la entidad ha aprobado un total de 383.768 solicitudes de moratoria de sus clientes en España, con un importante descenso en el tercer trimestre. Las moratorias afectan a una cartera de 11.000 millones de euros, un 5% del total de la cartera de crédito de Caixabank. Como entidad asociada a la CECA, además de adherirse a la moratoria hipotecaria y de préstamos al consumo planteada por el Gobierno, ha apoyado la moratoria sectorial, ampliando la duración de las moratorias legales en el pago de estos créditos, y extendiéndolas más allá de los colectivos vulnerables incluidos en el Real Decreto Ley. Por otra parte, desde el inicio del estado de alarma y hasta el 30 de septiembre, Caixabank ha concedido 51.530 millones de euros al sector empresarial, al margen de las líneas ICO, destinados a facilitar la financiación de las grandes empresas, pymes, autónomos y emprendedores, para paliar los efectos económicos de la pandemia en el tejido productivo. Además, desde el inicio de la comercialización de las líneas ICO Covid-19, Caixabank ha concedido 162.175 préstamos por 11.944 millones de euros, cuya demanda se ha moderado en el trimestre. El 76% del importe desembolsado corresponde a autónomos y pymes.

Durante el estado de alarma,Caixabank mantuvo abiertas la gran mayoría de sus oficinas (entre el 85% y el 90%) en el 97% de los más de 2.000 municipios en los que está presente. A día de hoy, el 99% de su red se encuentra operativa. Asimismo, también cuenta con la mayor red de cajeros automáticos de España, con 8.852 terminales.

En este entorno complejo, durante julio, agosto y septiembre se ha recuperado gradualmente los niveles de actividad, con un mejor comportamiento en relación al trimestre de 2019 y un aumento de la vinculación de clientes, que han aumentado 1,8 puntos porcentuales en el último año, hasta el 63,3% sobre el total de clientes.

EN esta semana de alarma rediviva, vuelven a surgir los debates de expertos y aprendices sobre si lo primero es la salud o lo es la economía, a la hora de establecer prioridades ante la extraordinaria segunda ola del contagio. Cabe desmarcase de esa dicotomía de opciones, que parecen obligarnos a hacérnoslas de Trump o, alternativamente, de miembro del Comité de expertos del Gobierno, que es como Dios: se cree en él o no, es cuestión de fe, porque nadie nunca ha visto a uno de esos expertos. Pero también cabe ignorar la perspectiva bipolar y recurrir a los factores de higiene frente a los factores de motivación, y les cuento. Según la teoría de Herzberg sobre motivación en el trabajo, a las personas no nos motivan los factores higiénicos (sueldos, jefes, condiciones de trabajo), pero sí pueden provocarnos alta insatisfacción. Los factores motivación son superiores, intangibles: el logro, el reconocimiento, el enriquecimiento del puesto, la autorrealización. Pues bien, la economía, la grande, es un factor de motivación colectivo, de crecimiento, de valor. Pero la salud es un factor de higiene: si se tiene, no se la valora; si no se tiene, causa gran insatisfacción. Así, decantarse por luchar contra la siniestra curva del contagio o por la economía es absurdo: son dos caras de la misma moneda. Y con una verdad secreta y a voces: estas medidas drásticas tienen mucho que ver con poner coto a la cantera de contagiadores jóvenes, que si bien saben que el virus no va contra ellos, parecen ignorar que la pobreza resultante de su ataque les dejará un futuro próximo empobrecido. (No todos lo ignoran, claro.)

Sucede que la salud y el sistema sanitario son condición sine qua non para que la economía tenga algún futuro. Y no sólo la economía privada; autónomos, empresas, empleados de éstas, sino la pública: los ingresos fiscales, los pagos obligados, la magnitud de la deuda del Estado. No ya es que exista un imperativo moral colectivo que obliga a cuidar a los enfermos, qué tipo de sociedad y de gente seríamos si no. Es un asunto práctico, además: el sistema sanitario es un cuello de botella que también es económico, y que si en esta crisis no se desbloquea acabará con la economía y traerá años de empobrecimiento. No hay opción posible ante la amenaza de que los hospitales se llenen de enfermos de urgencia o de atención primaria o ambulatoria, con el consiguiente abandono -relativo, pero abandono- de enfermos crónicos, oncológicos, diabéticos, accidentados, infartados, nefríticos, psiquiátricos, en rehabilitación; de cirugía... Nuestro sistema sanitario está diseñado para que, mal que bien, se evacúen esas necesidades y ciertas crisis puntuales o picos circunstanciales. Y lo que ahora vivimos no es eso: la crisis del coronavirus y sus oleadas de muerte serán crónicas hasta que se halle una vacuna y se aplique suficientemente.

Cabe confiar en que algo hemos aprendido de la primera ola de contagio y muerte que dio la cara en marzo de este año. También en que, a la fuerza y con decenas de muertos en soledad, hemos establecido unos mínimos de capacidad hospitalaria y flexibilidad de su infraestructura para que la segunda ola en curso no sea devastadora. Para que esto sea así, la gente debe dejar de contagiarse a lo bestia, en progresión casi geométrica, aunque los muchos contagiados también tienen que ver con las muchas pruebas. Por eso hay que dañar a la economía, o al menos a su expresión más social: cuanto menos tiempo se dañe a sectores de ocio y cercanía física masiva, mejor, claro No hay otra que parar la epidemia, aunque sea pan para hoy y cierta hambre para mañana. Parafraseando a aquel asesor de campaña archicitado: "¡La salud es pura economía, estúpidos!"

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios