La ciudad maúlla de dolor atacada por varios frentes y los que están al frente no se enteran, o no parece que lo hagan. Solo de esta manera puede encontrarse una explicación a que en los últimos días los animales y su bienestar en Cádiz esté compitiendo con el cierre de Airbus o con la pandemia del coronavirus, su cuarta ola y la antesala del verano en las preocupaciones municipales. Hasta tres actuaciones distintas se han trasladado a los medios en la última semana respecto al Bienestar Animal, esa concejalía sin despacho, funcionarios ni dotación presupuestaria que provocó en su día la dimisión de Teresa Almagro.

Todo sea por los gatos y por los perros que viven en la ciudad. Gatos cuyas colonias visitó hace unos días la concejala del ramo (Lorena Garrón) “con el objetivo de conocer las necesidades y estudiar iniciativas que mejoren la atención municipal”. Algo así como se podría haber hecho con los Sin Techo de las Puertas de Tierra, de los bajos de la Caleta o de Entrecatedrales, por citar sólo tres ejemplos, pero con gatos. Y si de las personas sin hogar bailan los datos y escasean las soluciones (porque aunque el Ayuntamiento diga que su gestión está dando casas a quien no las tenían las calles cada vez suman más acampadas) de las colonias de gatos hay un informe exhaustivo -19 colonias de gatos en la ciudad, de las cuales seis están en el centro y 13 en la zona de Extramuros, precisa el Ayuntamiento- e incluso cierta guerra de competencias entre las distintas administraciones en función del lugar donde se asiente la colonia en cuestión.

Tal es la preocupación por los perros y gatos, que hace unos días se presentó una campaña de sensibilización para su acogida y adopción. Una campaña como la que espera el turismo, el comercio y la hostelería de la ciudad (más allá de las fotos de los concejales comprando en determinadas tiendas o incumpliendo las medidas Covid en los bares), pero en versión animal. Cádiz, ciudad canina.

Y a esta preocupación por los vecinos de cuatro patas se une ahora también Ciudadanos, que para el pleno del viernes anuncia una propuesta para la creación, ahí es nada, de todo un consejo local de convivencia y bienestar animal. No para acordar una carrera oficial ni presentar un cartel, sino para “conjugar el bienestar animal, el bienestar humano, el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad del medio ambiente”. Y no acaba ahí la cosa, sino que Ciudadanos pide una web municipal para los animales, una guía turística personalizada para los amantes de las mascotas, una formación específica para la Policía Local, más espacios para la convivencia y el ocio caninos, e incluso más fuentes de agua y sombra para ellos, ahora que llegan las altas temperaturas. “Una apuesta real de la ciudad por ser amiga de los animales, con una estrategia perfectamente definida”, defiende la concejal Carmen Fidalgo.

Así pues, en medio de una crisis económica sin parangón que ya amenaza a un segundo verano consecutivo sin los negocios de la ciudad a pleno rendimiento, unas calles del centro y de extramuros cada vez con menos tiendas abiertas, unas ayudas municipales a esos sectores más dañados por el Covid que siguen sin llegar y que cuando lleguen apenas atenderán a un centenar de quinientos, unas plazas y monumentos plagados de tiendas de campaña y de colonias humanas sobreviviendo y reclamando atenciones, unas viviendas pendientes que Procasa ya plantea entregar por habitaciones, una factoría que amenaza el cierre y el desempleo para centenares de gaditanos, unas colas del hambre que no hacen sino aumentar y unos servicios esenciales que siguen durmiendo el sueño de los justos, los animales cobran un repentino interés en la preocupación de los concejales, que visitan a los gatos, promueven la adopción, o reclaman webs y más zonas de esparcimiento.

O la capacidad crítica de los gestores municipales ha perdido el olfato, o ante la magnitud de los problemas que amenazan a la ciudad, mejor conformarse con cuidar bien de los perros y gatos, que igual salimos de la crisis a cuatro patas.