Si habíamos superado la barrera temporal de dejar atrás un año para olvidar, no nos ha faltado ni una quincena, para que este recién estrenado dos mil veintiuno muestre su carta de presentación.

A nivel mundial el asalto al Capitolio, que veremos a ver por donde sale esto; en nuestro país el temporal “Filomena” que ha dejado grandes lluvias y nevadas por todo el territorio español, llegando a temperaturas que hacía décadas que no sentíamos o sufríamos.

Nevadas que impiden la llegada y distribución de la vacuna del Covid-19, en unos días en los que tras la relajada “Covinavidad” también tenemos noticias del gran aumento de contagios.

Nuestros políticos siguen aburriendo, evadiendo responsabilidades, echándose la culpa como adolescentes, de la gestión de…, de todo, porque es que ya no hay por donde coger nada; ojalá España tuviese un botón de reseteo.

Desde el pasado lunes, nuevas restricciones y medidas en nuestra Comunidad Autónoma, con aviso del Presidente de que pueden cambiar este próximo fin de semana si los contagios aumentan.

Catorce días llevamos y tenemos un variadito que como sigamos a este ritmo van a hacer bueno al dos mil veinte.

Menos mal, que justo cuando me dispongo a escribir este artículo, a punto de afrontar la noche más fría de los últimos cien años, leo una noticia que me llena de felicidad y abre una ventana al futuro en nuestro Puerto.

“Amazon España comienza las obras de una nueva planta logística en El Puerto”

Una vez más nuestra ciudad, en unos tiempos tan difíciles, saca cabeza, para meter un gol por la escuadra en lo que a economía y empleo supone y supondrá en nosotros.

Es de agradecer gestiones como esta que generan seiscientos puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos; son seiscientas familias, para las cuales supondrá un cambio a positivo en sus vidas y eso para mí, es motivo de alegría.

El Puerto, la ciudad que ilusiona, la ciudad que crece, la ciudad que se está empezando a querer a sí misma, la ciudad a la que hay que seguir dándole oportunidades, perdonándole también aquellas que tuvo y torpemente rechazó.