Es la presencia soñada, dibujar con palabras que abren el desierto de muchas miradas en el golpe frío que va derribando el rumor del verbo, sin imágenes, pero escondidas juntas las retinas del tiempo. Considero el gran acierto para la cultura gaditana, el arte, la mirada a un futuro de nuestra Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz, el nombramiento de Bernardo Palomo como nuevo académico de dicha Corporación.

Sabedor del buen trabajo dentro de un ir y venir, con o sin grafismo, pinceladas que pone la libertad pues el mundo de las artes está entre los dedos, por unas manos que van convirtiendo la pluma, manera de escribir todo aquello conocido, que tenemos junto a la mente.

Bernardo, atento a la plástica entre molde de un boceto sencillo entre letras de sed, agolpando el ave, rosas multicolor hacia un mensaje imparablemente del paisaje, geografía precipitada al aire que se respira. Acierto, contestación al espejo, mirada entre ternura en esa música antigua, emoción viva y dulce de aquellos afluentes que desean arrancarse traspasando los verdes pianos del ensueño. Como académico, recibo con esperanza esa gran gota de agua fresca que le dé a la cultura gaditana el empuje que necesita y a la vez despierte la descripción, acompañando el trazo sobre papel, solamente un paso hacia adelante, imaginación que necesitamos para un diseño abierto que riega la emoción del folio, traspasando las claras notas del alba, silueta arriesgada en la transmisión, aire que tiñe un nuevo azul del grafismo íntimo, nunca olvidado, presente y pasado. En el papel del folio blanco que aclara ideas y lecciones en la pedagogía del arte gaditano está la definición que describe Bernardo Palomo, amigo, dibujando trazos abiertos a una Real Academia de Bellas Artes, necesitada de nuevos pasos hacia los fundamentos de un arte contemporáneo abierto al buen hacer y a la libertad, dibujando aquellas palabras que transmiten la arcilla, abraza en una vida sorprendida.

Son apuntes, antes de transcribir el mundo, un pensamiento escrito con verbos sobre el folio del estudio, cuentos que me enseñaron hacia el milagro, mirada del pizarrín y la pizarra.

Una buena noticia, para el arte gaditano. Bernardo Palomo, académico de número de nuestra Academia de Bellas Artes.