Me ronda por la cabeza una idea que escuché en la radio hace unos días. Creo que fue en la Ser, pero no recuerdo el programa ni el colaborador. Sí recuerdo esta afirmación: “aceptar la pereza, ser muy vagos, es necesario para la creatividad”. Al parecer, pasar tiempo sin hacer nada es tan productivo como estar a la búsqueda de una idea genial de una forma activa. Se nombraba a Google como empresa pionera a la hora de sacar partido a la creatividad de sus trabajadores. Para alejarlos del estrés, parece que durante el 2020 decidieron darles el viernes libre. "Por favor, tómense el día para hacer lo que necesiten por ustedes mismos". "Nos gustaría que se tomaran este tiempo libre juntos como un equipo para permitir mejor el desapego como comunidad global".

Como no soy una persona perezosa ni sé aburrirme, me preocupé, claro. ¿Y si estoy perdiendo posibilidades de ser creativa por mi manía de no estar sin hacer nada? Esto me llevó, lógicamente, a hacer una búsqueda más profunda sobre esta idea.

Por una parte he descubierto que hay una razón evolutiva. Cuando nuestros antepasados dedicaban casi todo su tiempo y energía a conseguir alimentos, eran los escasos momentos de sedentarismo los que permitían ahorrar fuerzas, los que producían estímulos claves para la supervivencia y resultaban atractivos para el cerebro.

La búsqueda del significado de la palabra aburrimiento, me llevó a la segunda aclaración. Aburrirse es estar falto de estímulo, diversión o distracción y es ese no hacer nada y padecerlo lo que, como vienen defendiendo los pedagogos, beneficia el desarrollo y potencia muchas cualidades, además de la creatividad. “El aburrimiento significa que no hay algo concreto que hacer en un momento determinado. Es la oportunidad para potenciar cualidades como la curiosidad, la alegría y la confianza. Sin normas de por medio, el niño va desarrollando sus reglas, explora, crea. Todo graciasal aburrimiento”, explica el pedagogo J. Gamero.

Pues eso, feliz otoño en el que les deseo los suficientes momentos de aburrimiento como para provocar que les surjan las mil maneras de salir de él, les fluyan ideas nuevas o encuentren soluciones a sus problemas.

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