Tras años de reivindicaciones y aplazamientos, el peaje pasará a ser historia en solo unos días. Durante mis años de periodismo activo en medios locales he contado en no sé cuántas ocasiones cómo se exigía por parte de colectivos de todo tipo el fin del pago en la autopista, cómo se argumentaba la discriminación que esto suponía para la provincia de Cádiz, cómo políticos de uno y otro signo lanzaban promesas o criticaban la postergación del proyecto. No recuerdo en todo ese tiempo ninguna voz, salvo la de la concesionaria, contraria a la liberación de peaje. Puede que mi memoria falle, o que la oposición existiera, pero no le prestáramos atención. Es posible. Desde luego no sonaba ni de lejos con tanta fuerza como estoy observando ahora en decenas de comentarios.

No me sorprende que una decisión así genere objeciones, e incluso creo que dan pie a debates interesantes: por qué no se apostó por la mejora de la N-IV, el mantenimiento de la vía será el adecuado, deberían tener todas las grandes carreteras una tasa de circulación…

Lo que me asombra es el argumento de la mayoría de estas protestas, que se resumen en "por qué tengo que pagar yo por una carretera que no uso". No sé si esto de los impuestos y los servicios públicos se enseña en el instituto, si es de cultura general, o si deberíamos hacer un test en las entrevistas de trabajo, pero a la vista está que no lo tenemos claro. Mis hijos no van a ningún colegio de Almería, y sin embargo me consta que los centros públicos de allí se sostienen con los impuestos de todos. Tampoco he acudido nunca al servicio de emergencias de Badajoz. No circulo por la A-1; y hay muchas investigaciones científicas sufragadas con fondos públicos cuyos resultados no llegaré a ver.

También sé que el colegio de mi barrio, mi centro de salud, el alumbrado público, el juzgado que me atenderá si tengo un conflicto, o la limpieza de la feria los días que voy no los tengo que pagar yo en exclusiva. Afortunadamente, porque estaría en la ruina.

El sistema es perfectible, pero para mejorarlo tenemos primero que entender sus bases.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios