Compañía: Daniel Veronese. País: Argentina. Obras: El desarrollo de la civilización venidera / Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo. Autor y director: D. Veronese, sobre Casa de muñecas y Hedda Gabler de Ibsen. Intérpretes: Carlos Portaluppi, María Figueras, Ana Garibaldi, Mara Bestelli, Roly Serrano / Claudio Da Passano, Silvina Sabater, Elvira Oneto, Fernando Llosa, Marcelo Subiotto. Lugar y día: Central Lechera, 30 de octubre.

A pesar de haberse quedado algo anticuado, a pesar de que sus diálogos parezcan a veces manuales de texto más que lo que diría normalmente una persona medianamente viva, el teatro del noruego Henrik Ibsen no ha perdido vigencia. Más bien marginado por los directores actuales, el dramaturgo fue en su tiempo imprescindible de cualquier teatro que se preciara de tal. Así lo ha entendido Daniel Verones, que ha seguido en este doble espectáculo una táctica arriesgada que le ha salido bien. Actualizar a Ibsen manteniendo la esencia de dos de sus obras emblemáticas sabiendo entresacar aquello que sigue teniendo vigencia para un espectador contemporáneo.

En este caso el feminismo. En su momento, Casa de muñecas fue un escándalo, con esa esposa que daba un portazo a su delineada vida burguesa y prefería enfrentarse a los avatares de una existencia independiente. Hoy esto no es tan llamativo, pero Veronese sabe que la guerra de sexos y la lucha entre la convencionalidad vital y los instintos sigue vigente. Del mismo modo, la fuerza de Hedda Gabler, la segunda obra versionada, manejando el asunto del manuscrito, es más comprensible hoy. Además ,el adaptador y director sabe poner en primer plano el tema de los trepas sociales y de nuevo se convierte en una obra de actualidad, más allá del recurso de convertir a los señoritingos del noruego en ciudadanos del siglo XXI. De nuevo, la desarmante naturalidad de los actores argentinos y un ritmo adecuadísimo, ayudados por unos intérpretes cuyos físicos nada glamourosos daban si cabe más sensación de veracidad, se imponen en escena. Más allá de una boutade, este doblete era necesario porqué ambas obras se complementan formando un todo, incluyendo comentarios autorreferenciales de la segunda sobre la primera. Un estimulante espectáculo que demuestra la fuerza y la capacidad de sorpresa del actual teatro argentino.