José Luis Guerín quedó ayer literalmente fascinado con el gran cuadro que preside la sala de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz. El cineasta catalán miró y remiró La batalla de Trafalgar, la bélica escena naval que pintó en 1899 Justo Ruiz de Luna, antes y después de atender a la prensa para comentar sus impresiones ante el homenaje que esta noche le rendirá el Festival de Cine Alcances, en el Gran Teatro Falla, en su gala de clausura.

Acompañado por el coordinador de Alcances, Javier Miranda, agradeció un reconocimiento que le produce "mucha alegría" y destacó que se le dé el homenaje por su contribución al cine documental, aunque su filmografía de ficción sea hasta el momento más numerosa: "Mis películas de ficción no serían como son sin mi experiencia como cineasta de documental. El cine documental me ha enseñando a renovar la forma de contar historias, las formas de representar, las nuevas formas dramaturgia. Cuando hice mi primera película, sentí que el cine ficción se encontraba en un callejón sin salida, en una reproducción de clichés narrativos, sentía como un callejón sin salida, algo muy limitado. Entonces acudí al cine documental con mi segunda película, Innisfree, donde fui a abrir las ventanas a la realidad, al azar, a las formas del documental".

Augura Guerín al documental un buen futuro, al entender que se trata de un género cinematográfico que aún no ha explotado: "Es un terreno todavía muy virgen, muy a explorar a mi juicio. Es sobre todo un espacio de futuro, es todavía una promesa, algo que está en plena exploración. Lo más profundo que afecta al cine en cuanto a renovación se está gestando en el documental, por eso hay que agradecer mucho muestras como la de Alcances que vienen a visibilizar una parte del cine en la que, yo creo, se encuentra buena parte de lo más productivo e innovador y que no se corresponde con una exhibición normalizada. Dar a conocer esos trabajos es una labor muy importante".

Alcances le homenajea esta noche después de que sus organizadores lo hayan intentado anteriormente en otras tres ocasiones. Guerín, que fue jurado de Alcances en la década de los 80, achacó a "motivos de agenda" ese retraso en aceptar un homenaje que, por otra parte, valora en la misma medida en que admira la ciudad que se lo otorga: "Los homenajes es verdad que dan un poco de pereza pero si son en Cádiz, mucho menos. Porque Cádiz es una ciudad que me entusiasma. Por encima de todo, la ciudad, la viveza, el espacio público, la calidad del espacio público que tiene esta ciudad es algo que quienes vivimos en Barcelona, por ejemplo, echamos muchísimo en falta, donde la vida popular prácticamente ha desaparecido. Si encima la invitación me coincide con el día de los patriotas catalanes, es mucho mejor, de la que me he liberado".

¿Y la campaña electoral de Cataluña? ¿Da para una película de ficción o para un documental. Guerín es conciso y claro: "Yo creo que cuando las realidades son tan increíbles y extremas, sólo te las puede creer en clave documental; si es ficción dirías: es demasiado increíble".

Ese viaje constante que José Luis Guerín emprende alternativamente en su filmografía entre la ficción y la realidad enriquece, a su juicio, ambos géneros y los complementa: "Hay una dialéctica entre la realidad y la ficción en mi filmografía. Mis películas documentales se nutren, pienso, de una sabiduría narrativa que viene de los grandes legados de la ficción, y mis películas de ficción se benefician de mi conocimiento del cine documental. Quizás esta es también una de las características del cine contemporáneo. Documental y ficción eran antes como compartimentos estancos, aislados, muchas veces el cine documental se vinculaba más con los intereses del periodismo, la antropología o la sociología que con el placer por el cine. Tenían un gran compromiso con el mundo, pero una carencia absoluta con el medio cinematográfico".