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Cultura

El pulso nipón continúa latiendo

  • Los asistentes al encuentro coinciden en la necesidad de un espacio mayor para albergar la cita Los organizadores se muestran satisfechos por la colaboración entre asociaciones

Arrancó con mucho ardor el Festival Manga de Cádiz. El pulso que excita las ganas de disfrutarlo otra vez se hizo notar en la tarde de ayer. El nuevo termómetro, en un más que caluroso octubre, de la pasión por el país nipón y sus singularidades bulle ya con brío. Tras un año de ausencia y con la sensación de extrañamiento hacia una cita que desde su comienzo se ha consolidado como un punto de encuentro para los jóvenes gaditanos y visitantes -se esperaba la llegada hoy de autobuses desde Huelva y Sevilla-, regresan los disfraces, la diversión, las canciones, el interés creciente por la lejana cultura del oriente y la expectación por lo que ocurrirá este año clave.

Con un parón en 2013 debido a dificultades en la organización -de la que se encargaba la asociación AniRaise-, retorna la cita a su lugar de origen, el Baluarte de la Candelaria, después de varias ediciones celebradas en el Colegio San Felipe Neri. El Centro Cultural Reina Sofía acoge en paralelo un ciclo de conferencias y proyecciones durante las tres jornadas de renacido festival.

Alrededor de 400 personas deambulaban ya por el recinto a escasos 30 minutos de su apertura, según fuentes de la organización. Dividido en 16 espacios de ocio y aprendizaje y planificado en conjunto por siete asociaciones gaditanas (Agoca, Divine LoL, Mueve Ficha, Kaigi, Fénix, Milenaria e Isshin), buena parte de los asistentes al encuentro del Baluarte coincidió en afirmar que este espacio se queda pequeño para un evento de semejantes características. María, Sandra, Inma, Ali, Josan, Cristian, Susana, Megui, Beatriz,... Todos ellos asiduos a la cita opinaban que se tenía que haber mantenido en San Felipe, aunque no echaron en falta actividades, en general, y valoraron positivamente la inclusión de stands con comida japonesa, algo "que no se había tenido en cuenta antes", decían.

En este sentido se ofrece al público asistente la posibilidad de probar varias riquezas culinarias del país del sol naciente, entre las que están el sushi o ramen -de la mano de Gadisushi y la asociación Isshin-. También colabora con el evento la marca de bebidas energéticas Locura, que presenta nuevos sabores y estética para refrescar las tardes a los cientos de participantes en la cita.

Constituye esta una edición que podríamos calificar de transición, que se extenderá hasta mañana a las 20.00 horas y que sirve "para seguir en la brecha de ediciones anteriores, empezar a tomarle el pulso tras un año de ausencia y ver si sigue habiendo demanda", ha explicado Carmen Sánchez, concejal delegada de Juventud del Ayuntamiento de Cádiz, amante confesa de la cultura japonesa, el manga y, precisamente, la comida del país.

En una primera jornada de tanteo con pop japonés por los altavoces y concurso de postura otaku en el escenario, abundaron pocos disfraces sin duda a la espera del día de hoy y los tradicionales cosplay, y se impuso el éxito incontestable del torneo League of Legends organizado por DivineLoL. Además, en las distintas casamatas del Baluarte se podían encontrar desde stands con productos relacionados con el imaginario anime, hasta talleres tan variopintos como el diseño floral o la caligrafía japonesa. De esta vertiente más cultural se encarga la asociación Isshin, capitaneada por Iván Rigual, profesor de aikido que ha vivido una década en Japón y está de vuelta junto a su pareja en Cádiz "para transmitir los valores de una cultura que me apasiona", confesaba entusiasmado.

Rigual trae al festival curiosas propuestas como una exposición de bonsáis o sobre cómo ponerse el yukata o kimono de verano. También se encarga de organizar varias disertaciones sobre Japón. "Muchos jóvenes que deciden marcharse allí se dejan llevar por comentarios negativos en las redes sociales pero si se lo proponen pueden conseguirlo", contesta acerca del cada vez mayor interés por visitar aquella tierra.

Por su parte y desde la Asociación Cultural Milenaria, Juan Jesús Gonzaléz afirmaba que "la gente tiene ganas de festival" y que son necesarios eventos como estos porque "se están perdiendo las actividades públicas, hay mucho privado cuando la calidad es la misma". González destacaba "el trabajo hecho desde las asociaciones porque ha sido como volver a empezar". Así, "creo que hay más variedad y existen pocos festivales en Andalucía con tanta experiencia como éste", algo fundamental porque con la crisis "la gente es muy selectiva".

Por último Moisés Vicente, de la asociación Kaigi, ha explicado que a pesar del "condicionante del parón" en 2013, regresar al Baluarte va a servir para "coger de nuevo impulso" para el futuro.

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