El ministro de Cultura, César Antonio Molina, anunció ayer que habrá nuevas leyes de la música, el teatro y la danza, de archivos y del patrimonio histórico español, para proteger los bienes arqueológicos subacuáticos e "impedir la impunidad" de quienes atentan contra él como en el caso del Odissey.

En su primera comparecencia en esta legislatura ante la Comisión de Cultura del Congreso, el ministro tuvo que afrontar el malestar de los grupos de la oposición, que le reprocharon su falta de respuestas concretas y su "mal tono".

En su intervención inicial, Molina destacó que la nueva Ley de Patrimonio Histórico Español pretende, además de establecer un sistema de protección para el patrimonio arqueológico subacuático, incorporar el concepto de paisaje cultural, así como adecuar el sistema nacional de museos y archivos al actual marco autonómico.

También dijo que se elaborará un proyecto de Ley de la Música, el Teatro y la Danza, para el que serán "oídos" todos los grupos y se buscará el acuerdo de las administraciones y los sectores implicados.

Molina anunció que habrá una nueva Ley de Archivos, "dado que actualmente no existe una regulación estatal" que aborde los documentos de la administración pública, y que se va a articular un Sistema Español de Archivos.

Además, se desarrollará el Reglamento de la Ley del Cine, que regulará la calificación de películas por edades o el reconocimiento de la nacionalidad española de ellas, entre otros aspectos.

Molina explicó que se va a decidir con las autonomías qué establecimientos culturales "por su carácter interterritorial o de especial interés" deben ser estatales; los que deben "desclasificarse" porque tienen "un interés más vinculado a las Comunidades Autónomas donde radican"; y qué fórmulas "consorciadas" permitirán la financiación y gestión de las que resulten "de mutuo interés y gran relevancia".

El ministro informó de la creación de la nueva Dirección General de Política e Industrias Culturales, que reordenará la acción cultural en el exterior centrándose en los países que consideran prioritarios, esencialmente los de Iberoamérica. Para el fomento de las industrias culturales, que representan el 5% del PIB, propondrán una nueva línea de crédito para la creación de nuevas empresas; ayudas para costear los avales para acceder a financiación externa; subvenciones a la inversión en capital para la innovación; y ayudas reembolsables para la internacionalización de las compañías.

En la lucha contra la "enorme amenaza" de la "vulneración masiva de los derechos de propiedad intelectual" apuntó que el 10 de julio se reunirá la Comisión Antipiratería y recordó como otras citas importantes la de la Conferencia Sectorial de Cultura, para el 14 de julio en Zaragoza, y la del Patronato del Centro Documental de la Memoria Histórica, convocado para mañana en Salamanca.

El Consejo de Cooperación Bibliotecaria, dijo, desarrollará un plan para hacer bibliotecas públicas en ciudades de más de 100.000 habitantes; informó de que en la Televisión Cultural tendrán un trato preferente las industrias culturales españolas, y avanzó que se creará en Valencia el Museo Internacional del Mediterráneo.

En el turno de respuesta a los grupos, Molina contestó al representante vasco, Aitor Esteban Bravo, que él siempre tenía "buenas ideas" y que para ésas "siempre hay dinero"; a la de CC, Ana Oramas, que ya se había reunido con la consejera canaria y que a ella le había explicado todo, y al de ERC, Joan Tarda, que cualquier cosa que le dijera era "un halago" porque no compartía con él "nada". Los representantes de los grupos recriminaron entonces a Molina su "desacertado" tono y su "falta de respeto", ante lo que el ministro pidió varias veces disculpas y aclaró que en ningún momento había tenido la atención de ofender a ningún diputado.