Arte

Los nuevos argumentos de unos artistas distintos

  • Los isleños hermanos Rosado han demostrado en el Museo Provincial sus esclarecedores postulados artísticos, con una obra convincente de principio a fin

Museo Provincial. Cádiz.

Parece que fue ayer cuando este par de jóvenes artistas, gemelos nacidos en la Isla, irrumpían en el panorama artístico de la provincia. Eran dos autores que, desde el principio, no pasaron desapercibidos. No era habitual que dos artistas trabajaran juntos formando un dúo -por aquellos años, también lo hacían de manera conjunta y con resultados bastante satisfactorios una pareja de artistas gaditanos, la jerezana Julia Rivera y el linense Juan Carlos Bracho-, menos aún era normal que estos artistas fueran hermanos -y gemelos- y, además, realizaran un trabajo muy distinto a lo que, por entonces, constituían la mayor parte de los planteamientos artísticos. Desde aquellos inicios, estos dos jóvenes artistas llamaron la atención y, muy pronto, empezaron a dar que hablar. Era normal que en un universo de mediocres, el ideario estético de los hermanos isleños levantara ampollas y, muchos envidiosos, creadores de la nada, comenzaran a recelar y a decir pamplinas. La verdad es que el trabajo de los Mp rápidamente fue conquistando parcelas importantes y accediendo a los más significativos foros artísticos. Además consiguieron todo lo que en arte había que conseguir y muy pronto fueron "fichados" por uno de los galeristas más influyentes del panorama nacional: Pepe Cobo. Este que esto escribe tiene el honor de haber sido el autor del texto del catálogo de una de sus primeras comparecencias de importancia.

La exposición del museo gaditano nos conduce por unas amplias rutas compositivas, donde muchos aspectos de la obra de estos artistas se dan cita para redistribuir una nueva estructura plástica y estética.

Los Mp, desde el principio, adoptaron una situación en la que una especialísima y particular manera de entender la escultura se hacía presente, muchas veces con la imagen de ellos mismos como básica y esencial configuración formal. Ahora su trabajo se ha hecho más íntimo, ha reconquistado nuevas posiciones y se ha abierto -a veces hacia un intimismo interior- a unas estructuras distintas, donde elementos de dispar naturaleza creativa juegan papeles de muy diversa identidad semántica.

El espacio museístico de Cádiz -ciudad que ha tomado últimamente mucha importancia en el discurrir artístico de estos artistas, ellos han sido los autores del cartel de Alcances y del Día de la Provincia- se llena de unas formas complejas, de variada estructura artística, algunas muy bien ideadas y adecuadas al lugar donde iban a ser expuestas, con argumentaciones formales diferentes y abriendo muchos y buenos horizontes.

Junto a las esculturas, los artistas de la Isla han completado la muestra con piezas colgadas que redundan en esa personal concepción estética donde se posiciona una ecléctica visión de la realidad, donde se somete al entorno a un inquietante cuestionamiento y donde las formas plantean registros de muy mediata significación.

Los hermanos Rosado Garcés, de nuevo, nos muestran sus esclarecedores postulados artísticos; otra vez nos argumentan una obra convincente de principio a fin y nos plantean las coordenadas de una arte que jamás deja indiferente.

Muy buen proyecto este del Museo de Cádiz, que abre sus estancias a una obra nueva donde se posibilita el encuentro feliz de variadas y felices circunstancias artísticas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios