Hace unos veinte años, Javier Sánchez Rojas, a la sazón Secretario General de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz que, entonces, presidía don Santiago Cobo, estaba preparando los actos que conmemoraran las dos décadas de la fundación de la institución empresarial. Su interés por la cultura hizo pensar en algo con ella relacionado. En detenida conversación llegamos a pensar en un premio de pintura que ocupara el vacío en la concursística que, por aquel tiempo, existía. Así se puso en marcha un certamen que, con el tiempo, posibilitaría la formación de una colección de arte que, poco a poco, se hizo grande en cantidad y en calidad.

En todos estos años, la sociedad ha cambiado bastante; los intereses de la cultura y del arte, mucho más. El certamen de la CEC evolucionó para acomodarse a los tiempos. De un premio a la mejor obra pintada, se pasó a un certamen de artes plásticas abierto a cualquiera de las tendencias imperantes. Tal cambio contribuyó a que el número de participantes se hiciera infinitamente superior. Muchos artistas de un reconocido prestigio apostaron por lo que, desde Cádiz, se ofrecía y se presentaban, año tras año, a unas convocatorias que se hacían manifiestamente importantes. La bolsa de adquisición permitía la compra de muy significativas obras todos los años. La Confederación de Empresarios vio la oportunidad de una colección de arte y se abrió a unas expectativas que fueron creciendo a la par que los fondos adquirían significación y trascendencia.

Han pasado veinte años. Javier Sánchez Rojas, ya presidente de la institución, ha cumplido su sueño de ver toda la colección expuesta. La Fundación Cajasol se ha sumado al proyecto y en los magníficos espacios de su sede de la gaditanísima Casa Pemán -reivindicamos, una vez más, que tan espectacular sala de exposiciones sea, permanentemente, estación término para importantes muestras de Arte Contemporáneo-, La colección del Sur toma valor expositivo y se presenta con todos los aditamentos de un gran acontecimiento artístico.

La exposición en la conocida casa que fue de don José María Pemán nos presenta los argumentos, variados y de extensos registros formales y conceptuales, de la pintura moderna, con obras de un realismo abierto y lleno de matices de Alberto Morales 'Ajubel', Carolina Ferrer, Marisa Mancilla, María Eugenia Heras, Augusto Andrade, Antonio Vela, Joaquín Peña-Toro, David López Panea, José Manuel Medina Tamayo, Pepe Cano, José Antonio Chanivet, José Antonio Reyes González, Manuel León Moreno, Ana del Castillo, Aurelio Argüez, Manuel Moreno Morales, Miguel Redondo Vázquez, Eduardo Martínez Pérez, Miguel Carini, Gloria Martín, Gregorio Mariscal, Pedro Castrortega, Stravos Kassis, Javier Palacios, Norberto Gil, Sergio Pavón, María Ortega Estepa y Aaron Lloyd; mientras tanto las fórmulas inquietantes, evocadoras, plásticas o emocionales de la pintura abstracta, están representadas por trabajos de Alberto Ceballos, Ming Yi Chou, Juan Luis Rodríguez de Medina, Jesús Zurita, Jesús Marín, María Paz Pérez Ramos, José Gallego, Sabine Finkenauer, David Domínguez Escalona, José Piñar, Simón Zábell, Guillermo Mora, María Acuyo, Paco Vila y Natalia Domínguez. La fotografía tiene una muy trascendente representación, con obras de Juan Carlos Toro, José Ramón Moreno Fernández, Álvaro Díaz Fernández, Juan Carlos Sánchez de Lamadrid y Leila Amat Ortega. Además en la colección se encuentran presentes dos magníficas piezas escultóricas de Sylvain Marc y de Daniel Sueiras; una ilustración fotocerámica de David Robles y dos videocreaciones de Arturo Fuentes Calle.

La presentación de esta Colección del Sur, conformada por la iniciativa de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz, nos permite adentrarnos, por los entresijos del mejor arte contemporáneo; por las amplias propuestas de una creación artística cuyos límites, ahora, son inabarcables; sirve como fórmula didáctica, para mostrar las sendas complejas de un arte en abierta expansión, ese que conlleva todos los planteamientos artísticos que concurren a la expresión plástica más inmediata; posee una apuesta clara por la nuevas tecnologías -una videocreación del creador barcelonés Arturo Fuentes Calle, después de ser adquirida en la edición décimo segunda del certamen, pasó a engrosar los fondos nada menos que de la colección del Guggenheim de Nueva York-. Los espectadores y aficionados comprobarán, en definitiva, que se trata de una colección afortunada, con piezas importantes de autores importantes; nos hace reavivar la esperanza de que los tiempos para la cultura se nos vuelven algo más claros. Además, creemos en las palabras del presidente de la confederación de que la muestra va a ser el momento de retomar el certamen para que los artistas tengan una segura posibilidad de dar a conocer su trabajo. Sólo por, esto, todos los sectores que, de una manera u otra, estamos en los segmentos de lo artísticos tenemos que sentir que el horizonte muestra su aspecto más diáfano.