El Centro de Interpretación del Teatro Romano verá modificado el proyecto inicial de adecuación museográfica para adaptarse a un presupuesto más ajustado. Los arquitectos Tomás Carranza y Javier Montero, autores de este proyecto que ya presentaron en diciembre de 2010, han recibido este encargo de adaptación de cara a la nueva partida que fue asignada a finales de 2013 para la museografía, y que se vio reducida a menos de la tercera parte (de 420.000 a 130.000 euros).

Por este motivo los autores deberán repensar una propuesta que permita comprender la importancia del teatro de Gades con respecto al resto del imperio romano, que sea más modesta y acorde a la situación económica actual. Una labor que desempeñarán bajo la supervisión arqueológica y museográfica de Darío Bernal y Alicia Arévalo, profesores de la UCA, a su vez encargados de las excavaciones del Teatro, y de Antonio Álvarez, jefe del departamento de Museos de la Delegación de Cultura, según informa la Junta de Andalucía.

Esta iniciativa supone dar un paso hacia atrás, para de una vez tomar impulso. Para tomar el pulso al circuito turístico de una ciudad que clama a voces que su Teatro Romano vuelva a exhibirse al público. Por este motivo la Consejería de Cultura de la Junta ha solicitado a Carranza y Montero, a su vez autores del proyecto arquitectónico del Centro de Interpretación, que afronten esta labor en un breve periodo de tiempo. De hecho, está previsto que las obras del Centro de Interpretación estén terminadas antes de final de 2014, "dependiendo de los criterios técnicos", añaden fuentes de la delegación provincial de Cultura.

El encargo de adaptación ha sido tan reciente que apenas han comenzado a desarrollar el nuevo plan. Si bien, uno de los arquitectos, Tomás Carranza, asegura que "se trata de una labor sencilla que no nos llevará mucho tiempo".

Una vez que realicen este trabajo, la Junta debe adjudicar de nuevo el proyecto, que hace ya algún tiempo se adjudicó a la empresa E-Cultura Net. Un intento fallido, en parte por la situación económica de la empresa -que entró en suspensión de pagos aunque estaba dispuesta a afrontar el reto-, y por el agotamiento presupuestario por parte de la administración, al tratarse de un proyecto bastante ambicioso que ha traído más de un quebradero de cabeza.

Por otra parte, desde la delegación provincial de Cultura aseguran que la obras de consolidación estructural de los edificios que colindan con el teatro "se encuentran prácticamente finalizadas". La complejidad técnica de la obra planeada por el arquitecto Emilio Yanes, que dio comienzo en 2010 y fue adjudicada a la empresa constructora Fonsan S.L, por una partida de 1.380.373 euros, ha provocado su dilatación extrema en el tiempo. Y es que el elevado presupuesto asignado por la Junta se ha visto agotado en más de una ocasión. De hecho, desde Cultura puntualizan que ha sido necesario "realizar otras obras complementarias por una partida de 274.688 euros".

En cuanto al flamante Centro de Interpretación del Teatro Romano, está dotado de 199 metros, de los cuáles 140 se destinan a salas expositivas. Una vez que abra, la entrada al Teatro tendrá lugar precisamente por la calle Mesón, accediendo a un vestíbulo desde el que el visitante se adentra en un recorrido que será concebido como una calle interior. Así, desde la cota más alta podrá disfrutar de las vistas sobre la cávea -la parte de las gradas para el público general-, además de los pozos de visualización de los restos arqueológicos que se excavaron y que permanecen vistos bajo los pies del visitante.

En la primera de las salas, cuyo contenido revelarán próximamente sus autores, el espectador se encuentra con el gran ventanal que permite acceder a una de las vistas más llamativas del Teatro Romano, el graderío excavado visto desde esta particular perspectiva. Aquí se encuentran los pozos de mayor interés arqueológico.

Una rampa de dos tramos introducirá al visitante en el siguiente espacio, ya situado en la cota más baja y próximo a la cávea de un teatro que presume de ser el monumento romano más importante de Gades, el más grande de Hispania y segundo de Europa. Es posible que éste sea su año.