El tramo de muralla derribado -unos 50 metros- en las obras del Colegio Mayor Universitario Beato Diego de Cádiz parece "responder a una tapia del siglo XVII que fue mandada a construir después de la epidemia de 1.648", explica Eugenio Belgrano, de la Asociación de Investigación del Subsuelo. Tras unos días de investigaciones, asegura que en la zona se enterró a más de 12.000 personas "y se construyó la ermita de Santo Ángel, y como la vista no era apropiada pues se mandó a construir la tapia de este recinto". Una muralla que ha sido "reutilizada a lo largo de la historia, posteriormente para el Hospital Real del siglo XVII, que la conservó y para el jardín botánico que hubo en la zona", explica basándose en el libro de Gerónimo de la Concepción, Emporio de El Orbe (1690), así como en la propia Maqueta de Cádiz que se exhibe en el Museo de las Cortes "pues se ve perfectamente en la vista Aramburu del siglo XVII".

El derribo se ha producido junto al de un tramo de 30 metros de cloaca que unía el Antiguo Hospital Real del siglo XVII con la muralla a la altura de Santa Bárbara y que se ha aniquilado para ubicar la grúa de las obras. Dos derribos que han sido denunciados en redes sociales por varias organizaciones y asociaciones incluso internacionales por la defensa del patrimonio como el Grupo Speleo Túnel-GST (Ong dedicada a la investigación, documentación y protección de los espacios subterráneos antiguos de la provincia de Córdoba en Argentina) y la Federación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, entre otras. Concretamente el grupo Speleo Túnel-GST ha mostrado su "repudio a los responsables de destruir estructuras soterradas del siglo XVII, pertenecientes al antiguo Hospital Real en la ciudad de Cádiz", argumentan . "Es necesario, de continuar las obras, que se contemple la protección de toda ruina antigua; sancionar a quienes sean responsables del daño y difundir estos acontecimientos, alertando a las instituciones oficiales que deben cuidar y regular sobre esta temática para que hagan cumplir con las normativas de protección en cada lugar", añade el documento.

En cuanto a la naturaleza de los trabajos, Belgrano afirma que sin dudar de la profesionalidad de la intervención arqueológica, "si ha habido control y se ha estudiado la importancia de estos restos no se entiende que se autorice su derribo. Cómo lo han permitido las administraciones, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Universidad de Cádiz".

El Ayuntamiento de Cádiz, por su parte, comunica que la Comisión Municipal de Patrimonio "aprobó el derribo parcial del muro exterior que da a la calle Santa Rosalía para permitir la entrada de camiones de la obra", con la prevención de reponerlo a su término. Un organismo integrado por técnicos municipales, de la Junta, de asociaciones de vecinos, del Colegio de Arquitectos, del colegio de arqueólogos y ADIP.

Pero esto en lo referente al tramo más pequeño derribado, pero también se ha tumbado otro de unos 50 metros, del que todavía nadie ha emitido explicación.

En cuanto a los restos de cloacas, el Ayuntamiento explica que es directamente competencia de la Junta de Andalucía, que es quien debe otorgar permiso para su derribo. Si bien, por el momento, la Delegación Provincial de Cultura no se ha pronunciado.

Por su parte, desde la UCA afirman que antes del inicio de las actuaciones en el Antiguo Colegio Mayor Beato Diego, "la Universidad de Cádiz ha realizado todos los estudios arqueológicos previos en coordinación con la Dirección General de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas de la Junta de Andalucía". Añaden que "en todo momento, ha sido sensible con el respeto de la protección del patrimonio y rigurosa en el cumplimiento de las obligaciones arqueológicas que se desprenden tanto de la Ley del Patrimonio Histórico Andaluz como del Reglamento de Actividades Arqueológicas".

Señalan que en "estos estudios arqueológicos se localizan una estructura de canalización y constatan que las remociones de tierras han deteriorado considerablemente su estructura como construcción", en relación a las cloacas. Aseveran que "tras su documentación completa, se recibe de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía la liberación de la cautela arqueológica. Por ello, la Universidad de Cádiz procedió a su desmontaje en el tramo del patio del Beato Diego" .

En paralelo, dicen, se tramitó la documentación para obtener licencia para solicitar autorización de la Comisión Municipal de Patrimonio del Ayuntamiento de Cádiz para el desmontaje parcial del muro de cerramiento del jardín botánico y fachada del mismo a calle Santa Rosalía, "exento por completo de figura alguna de protección patrimonial". Dicha comisión autorizó esta acción, con la única prevención de su reposición al término de la obra con los mismos materiales del original.