El espectáculo La guerra de las mujeres, protagonizado por Estrella Morente, Antonio Canales y Aída Gómez y estrenado el pasado jueves en el Festival de Teatro de Mérida, sustituirá en la inauguración de la XIX Bienal de Sevilla, el 9 de septiembre, al inicialmente previsto del guitarrista Rafael Riqueni, que iba a abrir por todo lo alto la cita flamenca con su espectáculo Las campanas de Santa Ana en el Teatro de la Maestranza.

La ausencia del artista sevillano era ya conocida, y así se pudo leer en este periódico, pero en todo caso la organización de la Bienal confirmó ayer, ya oficialmente, que el músico no podrá comparecer para la actuación por no haberle concedido la Junta de Tratamiento de la prisión de Sevilla donde se encuentra el tercer grado necesario para ello.

Ocupará su lugar, por tanto, La guerra de las mujeres, el espectáculo póstumo del director teatral y dramaturgo Miguel Narros, autor de esta versión jonda de Lisístrata, el texto clásico de Aristófanes. Se trata de una comedia que narra la peculiar rebelión de un grupo de mujeres de la Antigua Grecia que, hartas de las matanzas sin fin y sin sentido durante la Guerra del Peloponeso, deciden declararse en huelga de sexo mientras sus hombres sigan matándose entre ellos. La protagonista absoluta de la función es Estrella Morente, que esta obra canta, debuta como actriz y también baila.

El montaje cuenta además con la participación de Antonio Canales al baile y de la bailarina, coreógrafa y ex directora del Ballet Nacional de España Aída Gómez. Ambos firman conjuntamente la coreografía de la obra, cuya dirección escénica corre a cargo de un veterano de la escena española, José Carlos Plaza, quien, según se pudo comprobar en la noche del estreno de la obra en la capital extremeña, ha rebajado algo los golpes más humorísticos de la comedia original en favor de un tono más serio. "Desde que el productor Celestino Aranda rescató el texto y me lo entregó, yo he procurado seguir fielmente los deseos de Miguel [Narros]. Y él, por encima de todo, quería hacer un espectáculo ideológico en el que se pusiera de manifiesto la importancia de las mujeres en la sociedad y, aunque sea una vergüenza tener que repetirlo todavía hoy, la igualdad entre los seres humanos", contaba Plaza a este periódico la pasada semana, minutos después de la primera representación en el Teatro Romano de Mérida.

En el encuentro con la prensa posterior a la función, Antonio Canales se mostró entusiasmado con la posibilidad -todavía no confirmada, pero ya fraguándose entre bastidores y en los despachos- de que la obra pudiera verse en la Bienal. "Es un montaje ambicioso que demanda grandes festivales y sería una pena que Andalucía se quede sin verlo", afirmaba el bailaor y coreógrafo sevillano, que iba a ser, como muchos otros de los participantes en La guerra de las mujeres, uno de los invitados especiales en el espectáculo de Riqueni. Flotaba entonces en el ambiente la noticia que ayer se hizo ya oficial.

Los espectadores que hubieran adquirido ya las entradas para ver el espectáculo de Riqueni podrán acceder al Maestranza con esas mismas localidades para asistir a la representación de la La guerra de las mujeres. De no estar interesados en la nueva propuesta, el importe de las entradas será devuelto previo envío de una solicitud al correo electrónico del Lope de Vega: taquilla.ldv@sevilla.org.