La asociación de la literatura con las artes plásticas suele ser sinergia interesantes resultados, de la que este libro no es una excepción. Strand es profesor, traductor y poeta canadiense, estudioso del arte. Hopper quizás no necesite introducción, pero si la necesita, este libro es un acercamiento muy adecuado a su obra. Treinta pinturas suyas son analizadas tanto en sus aspectos pictóricos como en los narrativos. La aproximación de Strand a la obra de su admirado Hopper no es tanto erudita como cercana, breve y amena, y sus textos nos ayudan a apreciar más no sólo la obra comentada, sino la pintura en general. Como poeta, busca las palabras y las historias en los cuadros, y el resultado es una sugerente lectura que no ocupa más de una tarde, pero que nos acompañará en muchos museos.