El Beaterio de Cádiz abrirá sus puertas a las profundidades gaditanas de forma inminente. Es el primer paso de un proyecto más complejo y ambicioso que persigue mostrar al público las contraminas, cloacas, cuevas y catacumbas gaditanas, para desvelar esa parte oculta de la historia de Cádiz a través de sus túneles.

Esta iniciativa ya la ha puesto sobre la mesa el espeleólogo Eugenio Belgrano, de la mano de su empresa Cueva-Catacumbas del Beaterio, que ya cuenta con la licencia de apertura de este enclave histórico de cara a su explotación comercial, y que sólo está pendiente de la última inspección técnica por parte del Ayuntamiento de Cádiz. "En cuanto superemos este procedimiento abrimos, y espero que sea en noviembre", dice Belgrano, mientras se adentra para mostrar el resultado final en el antiguo panteón fundado en el siglo XVII (1633) por María José Isabel.

En su interior se congregan historias del siglo XVII y XVIII, de las catacumbas, de la guerra, la postguerra y hasta de la masonería. Así, una vez atravesado un angosto y estrecho túnel de bóveda de cañón, el visitante baja hacia otro espacio que tuvo "uso ritualista", donde quedan las señales de nichos de los numerosos enterramientos que albergó y que se erige como la sala principal de este pequeño recorrido "que tendrá una duración de unos 40 minutos". Aquí se han habilitado unos bancos para visualizar una proyección sobre los túneles de Cádiz y varias expediciones realizadas por su equipo de espeleólogos. Un vídeo que se complementa con el "del Cádiz virtual que se exponía en los torreones de Puerta Tierra, que nos lo ha cedido el Ayuntamiento de Cádiz, de modo que el usuario se marcha con una visión bastante completa de toda la arquitectura militar y el sistema defensivo de Cádiz".

Esta zona también fue destinada a ceremonias, como se observa en las señas de lo que pudo ser un altar. Y bajo este suelo se visualiza por una apertura otra bóveda de enterramiento "especial que pensamos que sería para la fundadora". Se presenta iluminada y con un ataúd.

En el siguiente espacio, que también fue panteón, se han recreado nichos y osarios, en una zona que fue aljibe, como puede verse en la señal del agua en los muros. "La idea es que el usuario ilumine con cascos que se habilitarán a la entrada, y puedan ver la cartelería que se va a colocar".

En uno de los muros de este espacio también se explica el dibujo que podría representar el plano de altura del edificio, de los techos de iglesia que se construyó arriba, "con la distribución del tejado para colocar las crujías a tres aguas".

Y como anécdota, en la última sala -donde continuaba el aljibe- aguarda un dibujo masónico que actualmente están descifrando los expertos. "Parece ser que aquí se reunían los caballeros de la orden de Rosacruz", afirma.

En este mismo espacio "pretendemos hacer un un futuro catas arqueológicas para ver si llegamos al Cádiz antiguo", explica Belgrano al final de una visita que se concertará a demanda, y para grupos de hasta 13 personas.

El precio de la entrada rondará los 5 euros como precio medio, pero que va desde los 3 a los 6 euros, y se venderán en el Hotel las Cortes, así como en la conferencia de presentación que se hará próximamente.

Con la puesta en marcha de esta iniciativa, Belgrano da el primer paso hacia un proyecto integral que pretende poner en valor otros tramos del subsuelo de Cádiz. Un programa que permitiría explorar 2 kilómetros de túneles y zonas para el abastecimiento de agua como aljibes en varios tramos de la ciudad, del casco histórico a Puerta Tierra, "en distintos puntos, de modo que el visitante puede entrar y salir en una zona, parar a tomar un café y ver otros reclamos turísticos en superficie, y con su plano llegar hasta otro punto de túneles".

Belgrano afirma que ya ha presentado su idea al actual equipo de gobierno, que han acogido con mucho interés. "Quieren ver el proyecto para estudiar qué se puede poner en valor".

Recalca así la importancia de la espeleología urbana y el potencial de una ciudad como Cádiz, "con la singularidad de sus contraminas y cuevas de Mariamoco". Entiende que es una oportunidad que revierte en la historia y el turismo de la ciudad "y que abre otro campo de oportunidades para el sector de la arqueología, que está tan castigado", puntualiza.

Considera importante documentar y catalogar estos espacios que se abren bajo nuestros pies para protegerlos de cara a futuras intervenciones. De hecho, "no existe apenas documentación recogida en una obra".

De momento ya están trabajando a nivel internacional, con otras entidades como Sotterranei di Roma, , "con los que estamos a punto de hermanarnos por el vínculo que tenía con Gades de modo que iré a Roma a hablar de los túneles de Gades y ellos vendrán para hablar de los de Roma".

Un paso al frente o hacia las profundidades laberínticas de una historia aún por explorar y explotar. La de los túneles de Cádiz.