Patrimonio

En el hallazgo de la obra de Aguas de Cádiz “se tocará lo imprescindible”

  • La alcantarilla de residuos sólidos del siglo XVIII es “impracticable” para una persona

Hallazgo de una alcantarilla del siglo XVIII en la obra de Aguas de Cádiz.

Hallazgo de una alcantarilla del siglo XVIII en la obra de Aguas de Cádiz.

El hallazgo de un ramal subterráneo del alcantarillado del siglo XVIII en la obra que Aguas de Cádiz está llevando en las inmediaciones del Teatro Romano ha desatado cierta polémica sobre su conveniente o no conservación. Y es que hace unos días la Asociación de Investigación del Subsuelo advertía de la inminente destrucción de esta estructura que, a su juicio, van a destruir y que se debe explorar. Una opinión totalmente opuesta a la de los expertos que trabajan en esta obra municipal, supervisada arqueologicamente por el personal de la Delegación de Cultura, que advierten que este conducto subterráneo “sólo se desmontará parcialmente en el tramo necesario para llevar a cabo una obra importantísima para la ciudad” y, además, aseguran “que es falso que se pueda explorar porque no cabe una persona por él”.

De esta forma, fuentes a pie de obra informan a Diario de Cádiz que “ni siquiera las dimensiones que el señor Belgrano está dando de la galería son ciertas, él habla de 80 centímetros y lo que realmente mide es 42 centímetros de ancho por 60 de alto, con lo que es físicamente imposible que quepa persona por ella”, precisan.

Estas mismas fuentes aseguran que lo que se ha encontrado en la obra que, recuerdan, “impedirá que se inunde las calles Nueva, San Juan de Dios y aledaños”, es efectivamente un tramo de alcantarillado de época moderna-contemporáneo datado, aproximadamente, en el siglo XVIII. “Un conducto que se utilizaba para la evacuación de residudos sólidos”, concretan los expertos que recalcan que “se han seguido religiosamente todos los pasos que se deben dar para la protección arqueológica” y que “el patrimonio de nuestra ciudad también le importa a los profesionales que trabajan en él”.

También desmienten “que se vaya a destruir el tramo completo”. “Lo que se está haciendo para impedir que se inunden estas calles de la ciudad es construir unos pozos de ataque para llegar a una galería que se hizo en los años 20 y que hay que limpiar. Para ello se están haciendo sondeos arqueológicos a mano y en ellos salió esta alcantarilla del XVIII. Uno de los tramos, el que está más cerca de la Catedral, ni se tocará, por lo que se va a desplazar el pozo, y en este tramo se va tocar lo menos posible, se quitará lo imprescindible, lo mínimo, para hacer el pozo de ataque”.

Además, recuerdan, que “los sillares de la estructura que se desmontan, como en todos estos casos, no se tiran sino que se recuperan” y que “cada una de estas actuaciones quedan recogidas en una memoria que se presenta a la Delegación de Cultura y que finalmente publica la Junta de Andalucía”. “Aquí no se oculta información pero los profesionales antes de afirmar realizan estudios, ahora, por ejemplo, se está con la planimetría de la zona. Lo que no entendemos es que se viertan estas acusaciones sin informarse debidamente antes”, lamentan.

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